viernes, 19 de enero de 2018

La embriaguez de la metamorfosis

Christine Hoflehner, una joven de 26 años, quien trabaja como ayudante de correos en una pequeña aldea de Austria, recibe de pronto una invitación para reunirse en un hotel suizo con una tía que nunca ha visto. Se le presenta así la oportunidad de escapar, por un tiempo, a los días oscuros y rutinarios que marcan su vida detrás de una taquilla.
En esos días Christine verá otro aspecto de sí misma debido a los cambios en su apariencia, pero sobre todo al trato que recibe de la alta sociedad que allí se reúne; descubriendo aspectos que no conocía de su personalidad. Pero, a causa de una serie de intrigas, tendrá que abandonar un mundo que creyó idílico, y regresar a su aldea, donde la esperan noticias desoladoras.
Para escapar a la opresión que siente al tener que retomar las rutinas que ya se le hacen insoportables, ahora que ha visto otra cara del mundo, decide hacer viajes periódicos a Viena donde conocerá a Ferdinand con quien se sentirá identificada; Ferdinand, un veterano de guerra, representa para ella el espejo donde ve reflejada su falta de esperanzas y la posibilidad de hacerle una jugarreta al destino de pobreza y amargura que le esperan.
Con la agudeza que lo caracteriza Stefan Zweig en La embriaguez de la metamorfosis (1931-1942), publicada en 1980, no sólo retrata unos caracteres marcados por las desigualdades sociales que dominaron a los países que perdieron la Primera guerra mundial sino que también presenta un incisivo análisis de un Estado que no merece ninguna lealtad.

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