viernes, 27 de enero de 2017

Wakefield

El cuento Wakefield del estadounidense Nathaniel Hawthorne publicado en 1837, se basa en un suceso aparentemente real que apareció en un magazín o en un periódico de la época: un hombre anuncia que realizará un corto viaje… pero vuelve a los 20 años para vivir como amante esposo (así es descrito) hasta su muerte.
Desde el comienzo se le advierte al lector que está a punto de leer algo extraño, insólito. El hecho en sí tal vez no cause sorpresa, pero lo que sí llama la atención es el tiempo transcurrido y que el hombre lo haya pasado tan cerca de su hogar como para enterarse de los cambios paulatinos de su esposa.
Hawthorne especula en torno al hecho y nos introduce en la vida de un hombre corriente, durante 20 años de autoexilio. Inicia sus reflexiones con la descripción del carácter del protagonista. Después relata la partida de Wakefield donde un detalle, al momento de salir, le permitirá a la esposa suponer más tarde, entre varias alternativas, que quizá Wakefield no esté muerto. Y es tal vez por ese detalle que Wakefield, después de su regreso, puede permanecer en su antiguo hogar.
Esos 20 años giran en torno a un solo eje: su casa y su esposa. Por intermedio de Hawthorne conocemos sus pensamientos, sus temores, pero nada sabemos sobre lo que le sucede, después de su llegada, a este hombre que estuvo camuflado en la ciudad. Las opciones son infinitas. Tan infinitas como las posibles explicaciones a un comportamiento que aún hoy nos parece extraño, pero que, dada la singularidad de la gente en las ciudades contemporáneas, no resulta tan inaudito.