jueves, 2 de febrero de 2017

Todo se desmorona

Escrita por el nigeriano Chinua Achebe, y publicada en 1958, Todo se desmorona describe la existencia normal de un pueblo que a causa de una invasión se ve alterada abruptamente.
La vida se desarrolla con naturalidad en Umuofia el pueblo donde Okonkwo, uno de los guerreros más fuertes y respetados, vive tranquilamente con sus tres esposas y sus hijos… hasta que rompe una de las reglas de la comunidad. A raíz de ese hecho tiene que exilarse siete años. Cuando regresa encuentra que su pueblo ha cambiado a causa de fuerzas externas que lo alterarán definitivamente.
La vida en Umuofia se había mantenido fija desde tiempos inmemoriales, regida por leyes que controlaban cada aspecto de la conducta de sus pobladores. Desde el nacimiento hasta la muerte sus acciones estaban determinadas de antemano. El pulso de la tierra se medía por las lluvias, la siembra, las cosechas y el tiempo entre estas actividades que se llamaba Semana de la Paz. Los rituales para cada momento significativo eran seguidos con entusiasmo e interés por todos.
Romper el orden se castigaba taxativamente y las penas eran aplicadas por los hombres, por los sacerdotes, los espíritus o los dioses. Nada estaba escrito, pero la ley permanecía en la memoria colectiva y su infracción traía consecuencias que se asumían sin cuestionamientos.
Así se regían los destinos de Umuofia. Hasta que llegaron los europeos que, además de una religión extraña e ilógica, implantaron una administración que juzgaba con arreglo a mandamientos desconocidos y un sistema educativo que amenazó su organización social.