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lunes, 19 de junio de 2023

El arpa de hierba


“…aprende un poco lo que es el amor. Primero una hoja, la caída de la lluvia, después alguien que pueda recibir lo que la hoja te ha enseñado, lo que la caída de la lluvia ha madurado. No es un proceso fácil, compréndelo: puede tomar toda una vida, como ha tomado la mía, y aún no he logrado dominarlo ni creo que lo haga nunca… Sólo sé lo cierto que es: que el amor es una cadena de amor así como la naturaleza es una cadena de vida.”

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En El arpa de hierba de Truman Capote (1951) se narra, entre otras muchas cosas, lo que pasó cuando la delicada Dolly Talbo, hermana de Verena, abandonó su casa.
Durante años Dolly recorrió el bosque recolectando las raíces y plantas necesarias para preparar su conocido remedio para la hidrocefalia. Una tarea en la que era asistida únicamente por Catherine Creek, una mujer de aspecto imponente y hablar incomprensible. A este inusual dueto se les unirá después Collin Fenuick, el hijo de un primo de las hermanas Talbo que llegó a vivir con ellas cuando era niño y que en el momento de los acontecimientos narrados en esta historia es ya un adolescente cuya vida gira principalmente en torno a la poco usual realidad de sus primas.
En la casa de las Talbo las normas se aplican de manera muy liberal especialmente por parte de Dolly y Catherine, pero todo transcurre en calma, hasta el día en que Verena decide apoderarse de la fórmula para la hidrocefalia, lo que impulsa a Dolly a marcharse junto con Catherine, y con Collin que no ve otra opción que seguir a las prófugas; se refugiarán en el bosque, en una casa construida en un árbol no se sabe por quién. A ellos se les unirán posteriormente Charlie Cool un juez retirado y Riley Henderson un adolescente.
En torno a este sitio y en poco tiempo se sucederán acontecimientos de suma gravedad e importancia: asaltos por parte de los vecinos de los escapados; el paso de una predicadora itinerante que con sus quince hijos ha sido desalojada del pueblo y al final la aparición de una Verena derrotada que intentará hacer volver a Dolly.
Leer El arpa de hierba es acercarse a los personajes, situaciones y lugares que conforman el universo que en pocas obras dibujo Capote quien, junto con William Faulkner, supo plasmar el espíritu del sur de los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX.


martes, 24 de diciembre de 2019

Una Navidad

Muchas cosas ocurrieron que me tuvieron despierto toda la noche. Primero, las pisadas, el ruido de mi padre subiendo y bajando las escaleras, respirando con dificultad. Tenía que ver qué hacía. Me escondí en el balcón, entre la buganvilla. Desde allí tenía una visión completa del salón, del árbol de Navidad y de la chimenea…”
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En Una Navidad (1982) Truman Capote retoma unos personajes ya aparecidos en otra estampa navideña (Recuerdo navideño, 1956). En esta ocasión Buddy debe abandonar a Queene su perrita, a sus primos y a su amiga de sesenta y tantos, quien al parecer es más inocente que él, para pasar la Navidad con un padre al que casi nunca ve.
Buddy viaja a Nueva Orleans donde conocerá la amplia y variopinta corte de las amistades de su padre. Como un trofeo es paseado y presentado, pero no se siente feliz; a pesar de ser agasajado por todos no deja de echar de menos la sencillez de la vida en Alabama. Ni siquiera ve la nieve, el único fenómeno que hubiera compensado este viaje. Lo único que lo sorprende y lo seduce es un juguete que ve en una vitrina.
Pasa la noche de Navidad en vela esperando ser testigo de la mayor revelación para cualquier niño cristiano en cualquier momento de la historia. Sin embargo la decepción aparece, pero es mitigada cuando su padre le compra aquel juguete del que nadie logra separarlo en su viaje de regreso. Cuando vuelve, su amiga le revela la verdadera naturaleza de aquello en lo que creía fervorosamente y que el incidente de Nueva Orleans puso en entredicho.
La creciente banalidad de una época que ha olvidado el sentido de unas creencias que, ciertas o no, han hecho parte del imaginario de cientos de generaciones se materializa en esta experiencia de Buddy que, dejando de lado la anécdota personal, podría ser la de millones de niños en todo el mundo.
Con Una Navidad terminan las publicaciones de Truman Capote y se consagra la maestría de un autor que como pocos supo consignar mediante la literatura su propia historia y reflejar en ella la de muchas otras personas.

viernes, 16 de febrero de 2018

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote, 1948 (Fotografía de Cecil Beaton)
“El cerebro puede aceptar consejos, pero el corazón, no. Y el amor, como no tiene geografía, no reconoce límites. Ponle un peso y húndelo en lo más hondo; no importa: subirá y buscará la superficie. ¿Y por qué no? Cualquier amor que haya dentro de la naturaleza de una persona es natural y hermoso. Sólo los hipócritas hacen responsable a un hombre de lo que ama, sólo los analfabetos emocionales y los dueños de la envidia virtuosa, que, en su agitada preocupación, confunden tan frecuentemente la flecha que señala el cielo con la que conduce al infierno”.
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Otras voces, otros ámbitos, la novela de Truman Capote publicada en 1948, comienza a la mitad de un viaje: Joel, un niño, que ha perdido a su madre, va en camino de conocer a su padre y para hacerlo tiene que dejar atrás la casa de la prima Ellen y las rutinas normales de un muchacho de trece años. Lo que no abandona es la imaginación que le permitirá adaptarse a la atmósfera del profundo sur de los Estados Unidos, donde las cosas y las personas adquieren una dimensión desmesurada por cuenta de un ambiente donde la magia parece teñir objetos y sucesos.
Al llegar a su destino conoce un variopinto grupo de personajes que hacen del Desembarcadero de Skully y el bosque que lo rodea un lugar bastante peculiar: Randolph, un pintor mediocre que escribe cartas dirigidas a todas las partes del globo en busca de Pepe, su amor perdido; la elusiva imagen del señor Samsong el padre de Joel; Missouri Fever, más conocida como Zoo, la mujer que sueña con conocer la nieve cuando su abuelo Jesus Fever, un anciano centenario, muera; Idabel, la preadolescente que reniega de ser mujer en contienda perpetua con su melliza Florabel de una feminidad exacerbada. Todos ellos acompañados desde la sombra por Little Sunshine, el ermitaño que vive en el abandonado Hotel Nube rodeado de fantasmas.
A todos ellos Capote los ubica en el paisaje bucólico de Noon City, y sus alrededores y con la maestría para manejar las metáforas y las evocaciones que lo caracteriza, dibuja un lugar mítico como esos que en la literatura adquieren más veracidad que muchos sitios reales. Un lugar que será para Joel el sitio desde donde emprenderá otro camino sin rumbo conocido pero que es el que corresponderá a sus sueños.

viernes, 4 de agosto de 2017

Desayuno en Tiffany’s

Desayuno en Tiffany's
En la primera mitad de los años 40 la guerra campeaba en toda Europa y en parte de Asia. Sin embargo en New York las fiestas en los apartamentos y en los sitios de moda se sucedían sin parar. Los círculos de amigos se encontraban en bares o restaurantes para olvidarse, en la medida de lo posible, de la zozobra en la que se vivía diariamente.
En uno de esos círculos que se reúnen en los restaurantes de moda y que continuamente llevan a cabo fiestas privadas el centro de atención es Holy Golightly: Una chica de 19 años y origen campesino; no tiene una ocupación definida pero es especialmente seductora.
En un medio equívoco donde intervienen capos de la mafia, millonarios o militares medra ella sin que se menoscabe su personal escala de valores. Se rige por unas normas que pertenecen al mundo particular en el que vive. Tal vez sólo su hermano Fred haya podido traspasar la barrera que Holy ha construido a su alrededor o quizá lo haya hecho su gato al que todavía no le ha puesto nombre en espera de tener un lugar que sea realmente suyo.
Entre todos los hombres que conoció sólo tres se preocuparon realmente por ella: el esposo abandonado, un escritor en ciernes quien cuenta la historia y el dueño de un bar que siempre estuvo enamorado de ella.
Pero incluso New York se vuelve pequeño para los deseos de Holy. Saldrá de viaje y a lo mejor llegue hasta África donde es factible que un hombre de un pueblo perdido convierta su rostro en icono.
En 1958 Truman Capote publicó Desayuno en Tiffany’s una pequeña joya de la literatura, tan valiosa como lo son para su protagonista los objetos de la prestigiosa joyería, donde el ambiente es tan apacible que calma sus “horas negras” y donde espera poder ir un día a desayunar siendo todavía ella misma (sin haber perdido su ego en el proceso de volverse rica).
Para la mayoría de la gente el personaje de Holy Goligthtly está íntimamente ligado con Audrey Hepburn quien la interpretó en la pantalla, aunque su memorable actuación no logre opacar al personaje literario quizás porque la versión cinematográfica, que se ha convertido en una obra de culto para cinéfilos de todo el mundo, es bastante diferente de la novela.
A pesar del éxito de la película, para muchos se sigue cumpliendo lo que tantas veces se ha dicho: es mejor el libro.

jueves, 16 de febrero de 2017

Un recuerdo navideño

Ninguna época del año provoca tanta expectativa en gran parte del mundo como los días previos a la Navidad y pocos escritores han sabido captar el tono melancólico que adquieren con el tiempo las navidades pasadas como Truman Capote.
En Un recuerdo navideño, publicado en 1956, dos niños, uno de siete años y una de sesenta y pico, celebran los rituales que han llevado a cabo en los últimos años, sin los cuales la Navidad no tendría sentido para ellos: conseguir los ingredientes para hacer treinta pasteles que enviarán, por correo, a lugares tan remotos como la Casa Blanca o la isla de Borneo; recoger plantas para adornar puertas y ventanas; hallar un árbol que debe ser “dos veces más alto que un muchacho” y decidir qué van a regalar.
Para muchos la magia de la Navidad también estará ligada, como para Buddy y su amiga, con unos ritos que adquirieron, con el tiempo, ese tono de oro viejo que siempre tiene la nostalgia.
Son múltiples las costumbres que se han establecido como preparación para celebrar un suceso que durante unos momentos, cada año, identifica a millones de personas en el mundo. A veces parece como si esos días fueran tan importantes, en el recuerdo, como el hecho esperado; como si para la memoria fuera igual de relevante la expectación que, desde mediados o finales de noviembre, acompaña a todos aquellos que todavía pueden sentir o han sentido en algún momento de la vida, aunque sea por un instante, la emoción de aguardar y vivir ese acontecimiento con la misma intensidad que este par de amigos: uno de siete años y una de sesenta y pico.