viernes, 31 de mayo de 2019

El último amigo


“…el valor de nuestra amistad eran nuestras diferencias, nuestras divergencias, pero nunca nuestra oposición. Nos complementábamos, estábamos profundamente orgullosos de la fuerza que cimentaba nuestro vínculo.”
*************************
Sobre los altibajos y tropiezos que tiene un fenómeno tan complejo como la amistad, hay en la historia de la literatura múltiples ejemplos. Basten como referencia tres obras relativamente cercanas en el tiempo: Narciso y Goldmundo de Hermann Hesse, Kokoro de Natsume Sōseki y por supuesto El último encuentro de Sándor Márai.
En El último amigo, la novela del escritor marroquí Tahar Ben Jelloun publicada en 2004, se plantea un acercamiento desde un enfoque bastante original proporcionando una perspectiva nueva y fresca a un tema siempre actual.
La historia comienza con el encuentro, en el bachillerato, del tangerino Mamed y Alí, un muchacho recién llegado de Fez, una ciudad de provincias menospreciada por los habitantes de Tánger, el famoso puerto del Mediterráneo.
La simpatía inicial les permite superar las diferencias de temperamento, así como armonizar sus distintas posiciones frente a la religión y la política, dos cuestiones harto espinosas en un país como Marruecos en la segunda mitad del siglo pasado.
Después de treinta años de mantener una amistad que causa escozor en algunas personas por su intensidad, de sortear dificultades y verse afectados directamente por los problemas de su país, surge entre ellos algo que podría acabar abrupta y definitivamente con una relación que se ha mantenido en el tiempo gracias a una comunicación constante.
En esta novela son los protagonistas quienes narran los acontecimientos, dibujando al mismo tiempo sus personalidades sin ocultar las propias motivaciones, lo que los convierte en unos personajes absolutamente verosímiles.
Al final se conocerá la causa de la ruptura, un motivo que para algunos no será válido mientras que para otros estará completamente justificado.

martes, 28 de mayo de 2019

Dondog

“Todo estaba deformado, como suele suceder en pleno corazón de un sueño…”
*************************
Entre realidad, sueños premonitorios y recuerdos fragmentados se desarrolla la novela Dondog de Antoine Volodine, publicada en 2002. Una historia que gira en torno al deseo de venganza de un hombre que ha salido libre después de cuarenta años de detención.
Dondog Balbaián es ese hombre y es quien relata cómo es la vida en un mundo distópico donde se mezclan chamanes, comisarios de pueblo, ancianos, niños que sufren, perseguidos y perseguidores. La narración comienza con su llegada a una ciudad ruinosa y con la descripción de sus experiencias con su hermano durante la segunda exterminación de los “ybüres”, la minoría étnica a la que pertenecen. En el relato mezcla los recuerdos poco fiables que tiene de su familia, de la gente que lo salva de la muerte y de los hombres y mujeres que conoce en los “campos” donde ha pasado recluido casi toda su vida. En ese mundo, producto de una “revolución mundial” fallida, Dondog es una especie de cronista, novelista y dramaturgo cuyas obras, enmarcadas en un género literario que denomina post-exotismo, exponen la violencia y las miserias de una sociedad cosmopolita que sospechosamente tiene la estructura de la antigua Unión Soviética.
Sólo personajes derrotados y sórdidos aparecen en esta narración que al final le hace Dondog, en un edificio semi abandonado, al hombre al que se ha propuesto matar. Una tarea que debe realizar antes de dirigirse al lugar donde lo espera la muerte que se la ha predicho.

viernes, 17 de mayo de 2019

Lucas y Claus

“Hay vidas que son más tristes que el más triste de todos los libros.”
*************************
Entre 1986 y 1991 la escritora húngara Agota Kristof publicó en francés su trilogía de novelas compuesta por El gran cuaderno, La prueba y La tercera mentira donde desarrolla la historia de Lucas y Claus, unos gemelos cuyas vidas están íntimamente ligadas con el destino de un país durante la Segunda Guerra Mundial y el mundo que vino después.
La primera novela, “El gran cuaderno”, comienza con la llegada de dos niños a la casa de su abuela, una mujer analfabeta que los recibe de mala manera. Para sobrevivir al maltrato verbal y al aislamiento en una casa en las afueras de una pequeña ciudad los gemelos se dedican a extraños ejercicios destinados a endurecer su carácter. Con un comportamiento amoral que no respeta las normas que se les quieren imponer definen un estilo de vida propio (consignado minuciosamente en los cuadernos que escriben) que altera las costumbres y convicciones de los que están a su alrededor.
En “La prueba” se da la separación entre Lucas y Claus cuando éste último logra escapar del país, dominado por una potencia extranjera. Lucas sigue con su vida, aunque sus actos están determinados por la soledad en la que lo ha dejado su hermano.
En “La tercera mentira”, donde vuelve a aparecer Lucas, se ponen en duda todos los hechos que creíamos verdaderos; hasta el final no sabremos si hay dos hermanos o si uno de ellos es una entelequia creada por una sola persona, así como podrían ser invenciones las vicisitudes por las que han pasado los protagonistas, los personajes que han conocido o los dramas que han vivido. Todo lo que se ha contado pudiera ser el producto de la imaginación de Lucas… o de Claus.
En un lenguaje escueto y directo Agota Kristof narra una historia sin apasionamiento como es la misma escritura de los protagonistas que se ciñen al uso de palabras que encierran las emociones y los hechos en conceptos objetivos.

sábado, 11 de mayo de 2019

A la sombra del árbol violeta

"Les dijeron que escribieran con sus manos temblorosas:
Mi marido ya no está en ninguna parte.
Mi mujer ya no está en ninguna parte.
Mi hijo —mi hija— ya no está en ninguna parte.
Así se entregaba la muerte a las familias. En un trozo de papel que les hacían firmar y una bolsa repleta de añicos de vida.”
*************************

Cerca de cinco mil hombres y mujeres fueron ejecutados durante las purgas que, con el fin de consolidar un Estado teocrático en la República Islámica de Irán, se llevaron a cabo en ese país a principios de los años ochenta. Las consecuencias se extienden hasta hoy. Los hijos de esas víctimas, así como los sobrevivientes, llevan las huellas de un fenómeno que se repetirá mientras haya Estados que no permitan cuestionamientos ni contradictores.
La historia de una de las tantas familias afectadas por esas purgas es la que cuenta Sahar Delijani, (quien nació en una cárcel como tantos otros niños), en A la sombra del árbol violeta (Children of the Jacaranda Tree) publicada en 2013.
Esta novela con visos de autobiografía, tiene su epicentro en la casa de maman Zinat y Agajaan cuyo patio lo sombrea un jacarandá (gualanday), una imagen que acompaña a cada uno de los protagonistas como símbolo de la tranquilidad perdida. Allí el lector entra en relación, entre otros, con personajes como Omid, Forugh o Sheida, hijos de perseguidos, encarcelados o asesinados. Víctimas indirectas de una violencia sistemática que se ejerció contra cualquier tipo de disidencia con el fin de mantener los postulados de un régimen que, aunque sigue dominando, no ha podido romper los lazos familiares que les han permitido a estas personas llevar vidas casi normales; aunque las cicatrices no desaparecerán nunca de sus vidas ni de la Historia.
Quedan muchas incógnitas después de leer esta novela donde no se analizan los fundamentos reales de la violencia que se describe, sólo sus manifestaciones.

viernes, 3 de mayo de 2019

Cuatro años a bordo de mí mismo

Mañana llegaremos. Mañana. Qué terrible palabra es ésta. El mañana es absurdo. Es la esperanza de vivir y la certeza de la muerte. No debiera existir el mañana. Siempre debiera ser hoy. El hoy es lo logrado, lo que se alcanzó, la realidad, lo concreto. Hoy, ¡todo debiera ser hoy! Con esa redondez de verdad que tiene el hoy. El hoy que es la negación de la muerte.”
*************************
En 1932 se publica la novela de Eduardo Zalamea Borda Cuatro años a bordo de mí mismo, cuyo tema gira en torno a la vida, la muerte y las pasiones que las alimentan. Una obra introspectiva donde el narrador recorre el lugar que podría llegar a ser el más apartado para cualquier ser humano: su propia alma.
El protagonista, un hombre del interior arriba a Barranquilla con la intención de embarcarse hacia la península de la Guajira, el lugar con el que ha soñado y donde no sabe si podrá realizar sus fantasías. Pero la realidad superará cualquier paisaje imaginario de los que se ha forjado; empezando por el mar siempre cambiante y misterioso que al principio le niega la entrada a ese lugar mítico hacia el que se dirige. Cuando al fin llega se da cuenta de que para ese mundo nada lo ha preparado. Los personajes con los que se encuentra, gentes de todas las procedencias, combinan sus costumbres con las de los indios en un ambiente que incluye casi siempre la violencia. Personajes que no pueden escapar a la hostilidad de la tierra y el mar, ni a esos indios que aparecen por lo general en un segundo plano, pero cuya presencia es permanente.
En las páginas de esta obra, primordial para entender la narrativa moderna latinoamericana, la poesía se manifiesta en cada párrafo; en ella Zalamea describe con habilidad gentes, paisajes, situaciones y unos sentimientos que están más cerca de lo primitivo que de las convicciones morales con las llegan todos a aquellas tierras, donde hombres y mujeres están dominados por el deseo que se manifiesta de múltiples maneras.