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domingo, 13 de octubre de 2019

Big Blonde


“Los días eran como gotas de lluvia que se deslizan por el cristal de una ventana.”

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Una clara comprensión de los caracteres le permite a la escritora estadounidense Dorothy Parker hurgar en las complejidades de los personajes que aparecen en sus cuentos, como es el caso de Hazel Morse, la protagonista de Big Blonde (Una rubia imponente) publicado por primera vez en 1929.
El cuento que se desarrolla durante la Prohibición cuenta la historia de una mujer atractiva cuyo espléndido cuerpo le permite ser modelo en un tiempo en el que todavía se consideran deseables las mujeres opulentas; aunque ese ideal ya ha empezado a cambiar. Después de trabajar varios años en un almacén de ventas al por mayor, donde ha conocido a muchos hombres entre quienes es bastante popular gracias a su espíritu alegre, se casa con Herbie, un hombre fiestero y bebedor, que se ha sentido atraído por Hazel y su habilidad para divertirse.
Pero después de un tiempo de casados la alegría programada de Hazel empieza a opacarse y una sensibilidad sin objeto la vuelve huraña y triste con la consecuencia de que la esperada estabilidad matrimonial desaparece y ella se ve empujada a acudir a un expediente que nunca le había gustado: el alcohol. Después de experimentar con diferentes bebidas decide que el whiskey le ayudará a sobrellevar una vida desapacible y a recuperar la magia que tenía su relación con Herbie. Sin embargo las cosas empeoran cuando la bebida exacerba su melancolía y su tendencia a llorar sin motivo.
El esposo se aleja cada vez más y Hazel se involucra con otros hombres, así que cuando Herbie se va definitivamente no se le echa mucho de menos y empieza una larga lista de relaciones con hombres con los que sale por cortas temporadas mientras ellos están en la gran ciudad: Nueva York. Pero su estado de ánimo no mejora. Los hombres tienen que llamarle la atención para que se anime. Hasta que llega el momento en el que Hazel descubre que no tiene ninguna perspectiva salvo beber para calmar esa indefinida tristeza y empieza a pensar con seriedad en la idea del suicidio.