viernes, 31 de marzo de 2017

2001: una odisea del espacio

Enfocada como una historia de suspenso o como un libro de viaje, 2001: una odisea del espacio (1968) pone en consideración del lector varios tópicos que nos han preocupado desde hace mucho: el origen de la humanidad, la posible dominación de la especie por las máquinas de inteligencia artificial, los viajes a nuevos mundos o la vida en otros planetas. Estos y otros temas constituyen la trama de la novela de Arthur C. Clarke publicada en el mismo año del estreno de la película dirigida por Stanley Kubrick.
Esta aventura que comienza hace tres millones de años, en los albores de la humanidad, se proyecta hacia el futuro cuando ya se han desarrollado los conocimientos que permitirán los viajes interplanetarios.
En los inicios de la historia un extraño artefacto es el detonante de cambios radicales en la vida de unos seres que prefiguran al ser humano y que reaparecerá para confirmar la existencia incuestionable de inteligencia extraterrestre. Pero la precaria vida de unos humanoides o las actuaciones de Hal, el supercomputador que rige los destinos de una nave, no se comparan con las turbadoras imágenes descritas al final de la novela.
La imaginación de Clarke interpreta vívidamente para nosotros un universo que apenas habíamos intuido: planetas y galaxias adquieren una existencia real en sus palabras.
Es esta una obra inquietante por los planteamientos científicos y filosóficos que se hacen sobre la presencia humana en el universo, donde se anuncia que el destino de la humanidad tiene una dimensión mucho mayor que cualquier otro designio pensado hasta ahora.