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sábado, 18 de febrero de 2017

Josefina la cantora o El pueblo de los ratones

La historia de Josefina es una historia singular en la vida de un pueblo singular cuya actividad principal es trabajar y escapar de sus enemigos. Sin embargo Josefina, que trabaja como todos, ha desarrollado una habilidad que no es común a los demás. Canta. Pero su canto no resiste el análisis. Cuando se intentan entender las razones por las que todos la oyen con reverencia no se encuentran motivos para tal fenómeno. Quizá sólo se deba a las condiciones tan particulares en que viven: el hacinamiento y la zozobra constante.
Se ha analizado desde varios ángulos la autoridad y evidente dominación que ejerce Josefina en su papel de cantora y no se ha llegado a una conclusión satisfactoria.
Paradójicamente como individuo aislado no tiene ninguna influencia. Sus demandas para ser tratada como un ser especial, no se escuchan. A pesar de las presiones que ejerce, todos permanecen sordos a sus exigencias.
Tal vez decida desaparecer aunque está segura de que si no vuelve a cantar, a ensimismar a su pueblo, desaparecerá del recuerdo así como han desaparecido tantos hechos de una comunidad a la que no le interesa ni la historia ni la música.
No es difícil encontrar interpretaciones para Josefina la cantora o el pueblo de los ratones (, el último cuento escrito por Franz Kafka. Es una metáfora que cada lector explicará desde su particular manera de ver el mundo. O puede, simplemente, identificarse con Josefina, que es de hecho uno de los personajes más conmovedores de la literatura cuyo único deseo verdadero es ser reconocida por los demás… Como cualquier artista.

domingo, 5 de febrero de 2017

Maus

Maus de Art Spiegelman, publicada en 1980-1991, es una novela que apela de manera constante al recurso del flash back para desarrollar un tema histórico.
Vladek, un judío polaco, le cuenta a su hijo (quien quiere reconstruir el pasado de sus padres) su experiencia durante los años treinta en la Polonia de preguerra y después, como prisionero de los alemanes, en varios campos de concentración hasta el final de la segunda guerra mundial.
Con la agilidad que permite el comic y con un dibujo expresionista en blanco y negro de donde se excluyen los tonos grises, esta novela gráfica, cuyos personajes se representan alegóricamente como animales, nos lleva a revivir la historia gracias a los recuerdos de un anciano a quien el carácter se le ha agriado con los años a causa de su terrible vivencia o tal vez por el simple paso del tiempo.
Mientras toma nota, su hijo presencia como la vida de Vladek se ha reducido a acumular objetos anodinos (paradójicamente destruyó los diarios de su primera esposa que sufrió tanto como él), o a quejarse del abandono y el mal trato, al parecer imaginario, por parte de la segunda esposa. La anterior, que sobrevivió a los campos de exterminio, acaba suicidándose años después de terminada la guerra.
Independientemente de las polémicas que suscita el término novela gráfica, no se puede desconocer que este formato, y esta obra en particular, constituyen una valiosa contribución a la narrativa de esta época. Gracias a la fuerza expresiva de Spiegelman vemos desde otra perspectiva un acontecimiento que marcó hondamente a la humanidad.