-"…la invención artística
contiene infinitamente más verdad intrínseca que la vida real."
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La confianza en la veracidad de lo que dice un
autor, al menos en lo que se refiere a la historia que propone, es
puesta a prueba en la novela Desesperación de Vladimir
Nabokov, publicada por entregas en
1934. El
protagonista que pretende
crear una obra con su propia vida no duda en mentir abiertamente
expresándolo con claridad para que el lector esté al tanto de sus
intenciones.
Durante
un despreocupado paseo
por el campo Hermann Karlovich se encuentra a Félix un vagabundo que
según su percepción se
le parece extraordinariamente y con base en ese parecido decide
incluirlo en una
trama que resolverá todos sus problemas. Aunque a veces duda, sigue
adelante con su propósito y prepara todo el
entorno para cuando llegue el momento de poner en práctica la estrategia
por la cual conseguirá lo que quiere. Toma las medidas pertinentes
para que sus pasos no levanten sospechas: aleja
de su casa a Ardalion,
el supuesto primo de su esposa, y alecciona
a ésta con
respecto a su propósito
dándole una explicación que como siempre es una elaborada mentira
como las que ha contado durante toda su vida.
Después de llevar a cabo la acción principal de su plan huye pero
más tarde, en otro país, se entera de unos hechos que darían al
traste con sus planes y hasta podrían costarle la vida.
Nabokov mediante la voz de Hermann plantea la premisa principal para
leer su novela: el arte puede llegar a ser más verdadero que la
realidad misma. Cuando Hermann inventa historias como la que le
cuenta a Lydia su esposa sobre un hermano inexistente o le habla a su
amigo Orlovius de la finalidad de las cartas que ha recibido está
creando otro mundo, más verdadero que la opresiva cotidianidad en la
que vive.