viernes, 24 de marzo de 2017

El callejón de los milagros

En El callejón de los milagros, publicada en 1947 por Naguib Mahfuz (premio nobel 1988), un tradicional café árabe sirve de eje a los acontecimientos del callejón Midaq cuyo origen se pierde en el tiempo. En él se reúnen los hombres al final de la tarde a tomar café y a fumar en el narguilé mientras desgranan los eventos del día. A su alrededor la vida se desenvuelve con lentitud aunque los cambios sociales que impone la segunda guerra mundial y la disminución de la influencia inglesa en Egipto se hacen sentir en la vida de los personajes.
En Midaq encontramos caracteres y situaciones que pueden aparecer en cualquier barrio de cualquier ciudad: jóvenes que cuestionan a los adultos, ancianos que representan las tradiciones, delincuentes; personas a quienes sus flaquezas o habilidades les marcan la vida. Pero hay también allí personajes cuyas profesiones tienen para nosotros un tinte de exotismo: la casamentera, el santón o el fabricador de lisiados. Algunos intentan mantener esas tradiciones, otros presionan para minar costumbres de siglos y poder escapar a las normas que impone la rígida sociedad en la que viven.
En esta obra los acontecimientos carecen de la espectacularidad de los grandes sucesos, sin embargo poseen la trascendencia que para cada persona, independientemente de donde viva, tiene la vida diaria.
Leer esta novela es contemplar una comunidad que se enfrenta a la existencia con las mismas dudas e incertidumbres que cualquier otro ser humano pero que, en último término, deposita la responsabilidad de su destino en Alá y en sus designios.