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lunes, 19 de junio de 2023

El arpa de hierba


“…aprende un poco lo que es el amor. Primero una hoja, la caída de la lluvia, después alguien que pueda recibir lo que la hoja te ha enseñado, lo que la caída de la lluvia ha madurado. No es un proceso fácil, compréndelo: puede tomar toda una vida, como ha tomado la mía, y aún no he logrado dominarlo ni creo que lo haga nunca… Sólo sé lo cierto que es: que el amor es una cadena de amor así como la naturaleza es una cadena de vida.”

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En El arpa de hierba de Truman Capote (1951) se narra, entre otras muchas cosas, lo que pasó cuando la delicada Dolly Talbo, hermana de Verena, abandonó su casa.
Durante años Dolly recorrió el bosque recolectando las raíces y plantas necesarias para preparar su conocido remedio para la hidrocefalia. Una tarea en la que era asistida únicamente por Catherine Creek, una mujer de aspecto imponente y hablar incomprensible. A este inusual dueto se les unirá después Collin Fenuick, el hijo de un primo de las hermanas Talbo que llegó a vivir con ellas cuando era niño y que en el momento de los acontecimientos narrados en esta historia es ya un adolescente cuya vida gira principalmente en torno a la poco usual realidad de sus primas.
En la casa de las Talbo las normas se aplican de manera muy liberal especialmente por parte de Dolly y Catherine, pero todo transcurre en calma, hasta el día en que Verena decide apoderarse de la fórmula para la hidrocefalia, lo que impulsa a Dolly a marcharse junto con Catherine, y con Collin que no ve otra opción que seguir a las prófugas; se refugiarán en el bosque, en una casa construida en un árbol no se sabe por quién. A ellos se les unirán posteriormente Charlie Cool un juez retirado y Riley Henderson un adolescente.
En torno a este sitio y en poco tiempo se sucederán acontecimientos de suma gravedad e importancia: asaltos por parte de los vecinos de los escapados; el paso de una predicadora itinerante que con sus quince hijos ha sido desalojada del pueblo y al final la aparición de una Verena derrotada que intentará hacer volver a Dolly.
Leer El arpa de hierba es acercarse a los personajes, situaciones y lugares que conforman el universo que en pocas obras dibujo Capote quien, junto con William Faulkner, supo plasmar el espíritu del sur de los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX.


sábado, 14 de agosto de 2021

Muy caribe está

"…después, ya caduco, he aprendido que, como ser joven, se es feliz sin entenderlo. Que felicidad y juventud solamente se entienden cuando se han perdido. Que ambas, más que un estar, son un ir".

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Leer Muy Caribe está de Mario Escobar Velásquez, publicada por primera vez en 1999, puede ser, al comienzo, un quebradero de cabeza mientras uno se acostumbra a los giros desusados, a las palabras inventadas o anacrónicas, raras por decir lo menos, aunque algunas de ellas sean tan sonoras que se siente la necesidad de pronunciarlas en voz alta; pero son tantas que se hace evidente el esfuerzo del autor por crear constantemente imágenes literarias.

Luego de encontrar el hilo que lo lleve a uno por ese laberinto de frondosas palabras, la lectura se facilita pero no por mucho tiempo pues luego viene la dificultad, que para algunos podría llegar a ser excesiva, de digerir los pasajes de violencia, venganza y todo tipo de trapacerías que aparecen a cada giro de página como le pasa a los protagonistas que, a cada momento, deben enfrentarse con la furia de los elementos o con la que llevan en sus mentes y corazones españoles e indios, como se les llamaría a los habitantes originales de esta tierra, que todavía en la época de la novela no había dejado de ser una avanzada de la India.

Para recontar un retazo de la historia de lo que hoy se conoce como Urabá, Mario Escobar apela a un recurso literario conocido: un anciano que rememora parte de su vida a manera de testamento o de inventario de acciones.

Un renegado español que intentó convertirse en indio, y cree haberlo logrado, escribe muchísimos años después sobre su llegada a una tierra desconocida para él y acerca de su fascinación con las costumbres aborígenes, pero sobre todo con las mujeres, que no dejan de ser personajes secundarios a pesar de los intentos del autor por convertirlas en protagonistas. Paradójicamente este recuento no se hace en el lugar donde ocurrieron los hechos, se hace en algún punto de Europa, en un convento que aprovechadamente el cronista utiliza para pasar sus últimos años en una paz que no es la suya, que le sustrae al claustro donde viven otros que tal vez sí crean, al contrario del narrador que se declara incrédulo.

Muy Caribe está puede leerse como una reflexión sobre el tiempo y la muerte o como otra novela donde se anatematiza y condena la conquista española, volviendo presente un hecho de hace medio milenio; una herida infligida por gente desaparecida a gente igualmente desaparecida que increíblemente se mantiene abierta. Otra obra, diatriba y panegírico a la vez, que se suma a las que periódicamente aparecen en contra o a favor de esos muertos, por parte de los descendientes directos tanto de las víctimas como de los victimarios. Aunque en este caso hay que resaltar, además de sus aciertos literarios, el conocimiento de la región de la que se habla y la profunda investigación hecha por el autor sobre ese periodo de la conquista que tuvo como centro el golfo de Urabá en Colombia.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

El cielo protector

“…todas las cosas ocurren sólo un cierto número de veces, en realidad muy pocas. ¿Cuántas veces recordarás cierta tarde de tu infancia, una tarde que es parte tan entrañable de tu ser que no puedes concebir siquiera tu vida sin ella? Quizá cuatro o cinco veces más. Quizá ni eso. ¿Cuántas veces más mirarás salir la luna llena? Quizá veinte. Y, sin embargo, todo parece ilimitado.” 
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En 1949 Paul Bowles escribió El cielo protector, una novela que tiene como escenario el norte de África. El desierto y algunos pueblos polvorientos marcados aun por la guerra y la dominación colonial sirven al autor para desarrollar una historia que comienza con el viaje iniciado en el lejano New York por Port y Kit Moresby, un matrimonio a punto de desmoronarse, y su amigo Tunner un invitado de último momento.
Los Moresby esperan rehacer, lejos de su hogar, un matrimonio que pasa por una crisis que amenaza con destruir no sólo su vínculo sino a ellos mismos. Pero cuando se alejan de las rutas turísticas y se adentran en un mundo desconocido se evidencia que las grietas que llevan consigo son más profundas de lo que se creía. Los hoteles miserables, la comida y una realidad que se aleja bastante de la postal romántica acrecientan su malestar. La crisis emocional de Port y Kit se acentúa. Port es atacado cada vez más por la incertidumbre con respecto al sentido de la vida y Kit quien se mueve al vaivén de lo que traiga cada día; espera sin manifestarlo que su relación con Port se componga sin su concurso. A esta situación ambigua hay que agregarle a Tunner el amigo millonario que al parecer aceptó acompañarlos para acercarse a Kit, quien en principio lo rechaza pero que al fin accede a su deseo en su búsqueda inconsciente de liberarse de las motivaciones que impulsan a Port.
A este cocktail emocional se añade un ingrediente inesperado que, si bien no interviene de manera definitiva en las tensiones que afectan a los tres personajes principales, sí forma parte del entramado que rodea a Port, Kit y Tunner: los Lyle, una pareja de dudosa procedencia que recorre casi a la par el camino de los estadounidenses, entrando y saliendo de escena de manera intermitente.
La historia se desarrolla de tal manera que el lector se siente asediado por la misma opresión que ejerce el paisaje en los personajes, por la misma sofocación que les provoca la incapacidad de tomar una decisión definitiva. Aunque al final y sin que importen los actos desleales de Kit o la sorprendente actitud comprometida de Tunner con sus amigos, la vida se encarga de plantearles una salida. Pero como pasa con las verdaderas historias ésta no termina; no sabemos qué pasará con Tunner, pero es indiscutible que Kit seguirá buscando afuera lo que parece incapaz de encontrar en su interior.

viernes, 15 de mayo de 2020

La máscara de la muerte roja


“La «Muerte Roja» había devastado el país durante largo tiempo. Jamás una peste había sido tan fatal y tan espantosa”.
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De los siete pecados capitales, que puede cometer un ser humano contra otro o contra sí mismo, quizá el que se considera menos grave en esta época es el de la soberbia.
En La máscara de la muerte roja, cuento publicado en 1842, Edgar Allan Poe retrata con unos cuantos trazos un personaje que podría figurar en la basta galería de tópicos literarios como la representación de la arrogancia.
Durante una de las tantas pestes que han asolado a la humanidad en su ya larga historia, el príncipe Próspero reúne a sus más allegados y se retira con ellos a una abadía fortificada donde las fiestas y los banquetes se suceden en un aparente aislamiento que salvará sus vidas y les permitirá entregarse al placer, libres de toda aflicción.
A los seis meses de reclusión el príncipe resuelve dar una magnifica fiesta de disfraces que tiene como escenario siete espléndidas y suntuosas salas -donde se divierten sus mil acompañantes- cuya decoración de aspecto delirante está iluminada y realzada por una luz teñida por un tono diferente del espectro cromático. Pero en la última de ellas todo es lóbrego: una luz roja cae sobre la negra superficie de todas las cosas. Es en ese lugar donde Próspero enfrentará al extraño invitado que ha aparecido en este desenfrenado y sorprendente gaudeamus, ataviado de manera por demás ofensiva.
En este cuento uno de los maestros de la literatura representa el miedo que se disfraza de alegría y la insensatez para la que no parece que llegue a existir una cura, pues cada vez que la humanidad enfrenta una crisis que amenaza su supervivencia espera que de ella se extraiga un aprendizaje que se incorpore a su bagaje de conocimientos. Vana ilusión; la memoria humana dura muy poco. Quizá por eso existen los libros, para ayudarnos a recordar, pero su contenido también se olvida, cuando no se abren con regularidad.

sábado, 11 de enero de 2020

Mil grullas

"Naomi Watanabe y Toshiro Ueda creían que el mundo era nuevo. Como todos los chicos."
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En una antología de cuentos de diversos autores aparece en 2011 Mil grullas de Elsa Bornemann. En este relato, basado en una creencia japonesa, dos niños, Toshiro Ueda y Naomi Watanabe, protagonizan una historia que aparentemente es interrumpida por el suceso más catastrófico del siglo XX, pero que permanece en el tiempo gracias al recuerdo que perpetua un Toshiro adulto.
La autora convierte un hecho pavoroso en un ejemplo de la capacidad que tienen los seres humanos para sobreponerse al horror apoyándose en la esperanza, ese estado de ánimo que permite paliar el dolor en ocasiones. No en vano en la antigua Roma se la consideraba una divinidad hermana del sueño que da tregua a las penas y de la muerte que las termina.
Mil grullas es un cuento que lleva a reflexionar sobre la inconsciencia con la que diariamente se llevan a cabo tantas acciones que tal vez sean las últimas de nuestra vida, sobre todo en una época tan convulsionada como ésta, donde la estabilidad es tan frágil como un pájaro de papel. Es cierto que cada acto que ejecutamos siempre es el último y sin embargo es el primer paso para el siguiente. Esta es quizá una de las tantas lecturas que permite una historia simple pero llena de significados.
Aunque se basa en una de las tantas creencias populares que muy seguramente no tienen ningún asidero en la realidad, Mil grullas apela a esa atávica necesidad humana de encontrar una razón para la desgracia, así tenga que recurrir a las quimeras que en muchos casos convierten el sufrimiento en poesía; comprobando una vez más que las pequeñas cosas pueden redimir en algo los actos terribles que se infligen unos a otros los seres humanos.

martes, 24 de diciembre de 2019

Una Navidad

Muchas cosas ocurrieron que me tuvieron despierto toda la noche. Primero, las pisadas, el ruido de mi padre subiendo y bajando las escaleras, respirando con dificultad. Tenía que ver qué hacía. Me escondí en el balcón, entre la buganvilla. Desde allí tenía una visión completa del salón, del árbol de Navidad y de la chimenea…”
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En Una Navidad (1982) Truman Capote retoma unos personajes ya aparecidos en otra estampa navideña (Recuerdo navideño, 1956). En esta ocasión Buddy debe abandonar a Queene su perrita, a sus primos y a su amiga de sesenta y tantos, quien al parecer es más inocente que él, para pasar la Navidad con un padre al que casi nunca ve.
Buddy viaja a Nueva Orleans donde conocerá la amplia y variopinta corte de las amistades de su padre. Como un trofeo es paseado y presentado, pero no se siente feliz; a pesar de ser agasajado por todos no deja de echar de menos la sencillez de la vida en Alabama. Ni siquiera ve la nieve, el único fenómeno que hubiera compensado este viaje. Lo único que lo sorprende y lo seduce es un juguete que ve en una vitrina.
Pasa la noche de Navidad en vela esperando ser testigo de la mayor revelación para cualquier niño cristiano en cualquier momento de la historia. Sin embargo la decepción aparece, pero es mitigada cuando su padre le compra aquel juguete del que nadie logra separarlo en su viaje de regreso. Cuando vuelve, su amiga le revela la verdadera naturaleza de aquello en lo que creía fervorosamente y que el incidente de Nueva Orleans puso en entredicho.
La creciente banalidad de una época que ha olvidado el sentido de unas creencias que, ciertas o no, han hecho parte del imaginario de cientos de generaciones se materializa en esta experiencia de Buddy que, dejando de lado la anécdota personal, podría ser la de millones de niños en todo el mundo.
Con Una Navidad terminan las publicaciones de Truman Capote y se consagra la maestría de un autor que como pocos supo consignar mediante la literatura su propia historia y reflejar en ella la de muchas otras personas.

domingo, 1 de diciembre de 2019

Dune

"La razón es la primera víctima de las emociones fuertes."
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En un lapso de 20 años (1965-1985) Frank Herbert publicó los seis volúmenes que componen una de las piezas maestras de la ciencia ficción. Incorporando elementos de la ecología, las religiones y la sociología, entre otros, esta obra que empieza con Dune y termina con Casa capitular Dune no ha logrado ser superada hasta ahora. El autor recurre a múltiples textos, que sólo existen en este universo creado por él, para encabezar como epígrafes los capítulos de cada una de las seis novelas e iluminar u oscurecer los acontecimientos narrados, utilizando profusamente el recurso de la intertextualidad.
En un futuro lejanísimo, un imperio que se extiende por muchos planetas ha florecido después de cruentas guerras, pero la frágil paz que ha alcanzado se verá alterada cuando la realidad de Arrakis… Dune… el planeta-desierto donde viven los fremen (una comunidad semi nómada) cambie drásticamente.
Una nueva Casa ha llegado al planeta para administrar la explotación de la sustancia más costosa del universo conocido: la melange, un producto residual del organismo de los gigantescos gusanos que sólo viven en sus arenas; esta “droga de la salud”, además de potenciar la mente, es la clave del poder. Tanto la Bene Geserit, una comunidad femenina cuyos miembros tienen la capacidad de dominar cualquier función corporal, como las grandes Casas que conforman la intricada red de poderes del Imperio, la CHOAM (corporación que controla los viajes espaciales gracias a sus navegantes que pueden plegar el espacio), así como los planetas especializados en la elaboración de aparatos o en la reproducción ad infinitum de copias genéticas, dependen de la melange.
Con la llegada a Arrakis de Paul el heredero de la Casa Atreides, originaria del planeta Caladan, empezará la cadena de sucesos que tendrán repercusiones universales durante los milenios venideros, donde se demostrará una y otra vez que el ser humano puede dominar casi todo menos las pasiones que alcanzarán niveles inimaginables.

domingo, 3 de noviembre de 2019

El enfermo Molière


“…espero que se recuerde siempre a Molière. Las personas mueren realmente cuando aquellos que las amaban las olvidan. Contemplo con frecuencia el retrato de Molière que tengo en casa, pintado por Mignard. No quiero olvidar a mi amigo. Quiero mantenerlo vivo en mi corazón y en mi mente mientras yo exista.”

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En su lecho de muerte Molière le manifiesta a un amigo que ha sido envenenado y éste por razones muy personales decide investigar él solo la veracidad de tal hecho. Bajo tal premisa se desarrolla “El enfermo Molière” (2000) donde el narrador, aunque duda de semejante declaración, repasa las obras del comediante para encontrar pistas que lo ayuden a encontrar al culpable.
Que un hombre afirmara tal cosa no era muy descabellado en la segunda mitad del siglo XVII en Francia, donde los venenos se vendían casi libremente y en París estaban a la orden del día los homicidios por envenenamiento cometidos por nobles o plebeyos. Tan grave se volvió el problema que el rey Luis XIV tuvo que nombrar una división especial de la policía para investigar y castigar a los culpables. Por esos años fue que la sociedad francesa se vio conmovida por los asesinatos atribuidos a la marquesa de Brinvilliers, juzgada y condenada a muerte.
En una época tan convulsa cualquiera podía haber envenenado a este dramaturgo, actor y poeta que, mediante su corrosiva pluma, denunciaba y hacía mofa de médicos, sacerdotes, escritores o miembros de la nobleza y quien a causa de ello padeció los vaivenes del favor real, las intrigas palaciegas, la persecución religiosa y las habladurías de los salones donde se hacían y deshacían reputaciones.
En esta versión novelada del trabajo y las circunstancias de un hombre de la talla de Molière, uno de los más grandes escritores de la literatura universal, Rubem Fonseca se permite algunas licencias al revivir un periodo de la historia donde coinciden los grandes autores que pulieron y le dieron forma definitiva al francés, un idioma que se impondría en todo el mundo occidental durante más de dos siglos.

domingo, 13 de octubre de 2019

Big Blonde


“Los días eran como gotas de lluvia que se deslizan por el cristal de una ventana.”

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Una clara comprensión de los caracteres le permite a la escritora estadounidense Dorothy Parker hurgar en las complejidades de los personajes que aparecen en sus cuentos, como es el caso de Hazel Morse, la protagonista de Big Blonde (Una rubia imponente) publicado por primera vez en 1929.
El cuento que se desarrolla durante la Prohibición cuenta la historia de una mujer atractiva cuyo espléndido cuerpo le permite ser modelo en un tiempo en el que todavía se consideran deseables las mujeres opulentas; aunque ese ideal ya ha empezado a cambiar. Después de trabajar varios años en un almacén de ventas al por mayor, donde ha conocido a muchos hombres entre quienes es bastante popular gracias a su espíritu alegre, se casa con Herbie, un hombre fiestero y bebedor, que se ha sentido atraído por Hazel y su habilidad para divertirse.
Pero después de un tiempo de casados la alegría programada de Hazel empieza a opacarse y una sensibilidad sin objeto la vuelve huraña y triste con la consecuencia de que la esperada estabilidad matrimonial desaparece y ella se ve empujada a acudir a un expediente que nunca le había gustado: el alcohol. Después de experimentar con diferentes bebidas decide que el whiskey le ayudará a sobrellevar una vida desapacible y a recuperar la magia que tenía su relación con Herbie. Sin embargo las cosas empeoran cuando la bebida exacerba su melancolía y su tendencia a llorar sin motivo.
El esposo se aleja cada vez más y Hazel se involucra con otros hombres, así que cuando Herbie se va definitivamente no se le echa mucho de menos y empieza una larga lista de relaciones con hombres con los que sale por cortas temporadas mientras ellos están en la gran ciudad: Nueva York. Pero su estado de ánimo no mejora. Los hombres tienen que llamarle la atención para que se anime. Hasta que llega el momento en el que Hazel descubre que no tiene ninguna perspectiva salvo beber para calmar esa indefinida tristeza y empieza a pensar con seriedad en la idea del suicidio.

sábado, 28 de septiembre de 2019

La esposa del rufián

“…jamás había contemplado a Guy como a un hombre, sino como a un ser casi fabuloso.”
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De la producción de Dashiell Hammett, uno de los maestros de la novela negra, hay que resaltar la calidad de sus cuentos menos conocidos y entre ellos aquellos donde dibuja con particular agudeza unos excepcionales perfiles psicológicos. Ese es el caso de La esposa del rufián, publicado en 1925, donde una mujer que espera la llegada de su esposo deberá enfrentar una realidad que sólo ha entrevisto mediante las palabras del hombre que le cuenta sus aventuras en ultramar de una manera siempre deslumbrante.
Margaret Tharp espera a su esposo Guy con ansiedad. Cuando está a su lado se olvida de la vida gris que lleva junto a sus conocidos y allegados, aunque secretamente disfruta de la compasión que sienten estos por creerla desgraciada al estar unida a un hombre basto y alborotador que se mantiene al filo de la ley, cuando no es que la viola abiertamente. En esta ocasión la expectativa tiene un ingrediente adicional: la misteriosa aparición de un personaje que se ha presentado intempestivamente en su casa averiguando por Guy.
Cuando al fin llega el hombre que viene de navegar por lugares con nombres tan exóticos y misteriosos como las mismas historias que narra, lo que al principio parece un retorno como los anteriores se ve opacado cuando Margaret menciona al hombre que ha indagado por Guy. A pesar de que éste no parece darle importancia, la atmósfera de la casa se vuelve tensa de inmediato.
Cuando llega el momento de la peligrosa confrontación entre Guy y el hombre que lo esperaba, toda la sordidez de la vida que ha llevado el marinero se hace evidente y a Margaret, que vivía en una especie de novela de aventuras permanente, sólo le preocupa que la imagen de Guy se le desmorone y quede en evidencia que ella no es la mujer de un gigante.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Las batallas en el desierto

"Por alto esté el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo."
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En 1980 se publicó en el suplemento de un periódico mexicano Las batallas en el desierto; novela corta de José Emilio Pacheco donde se narra la incongruente historia de Carlitos, un niño de unos diez años que se enamora de Mariana, la mamá de Jim su compañero de colegio, así como las consecuencias desastrosas que este suceso tiene en los involucrados y los giros que da su vida personal cuando quedan al descubierto sus sentimientos.
Aunque éste es el centro del relato lo más importante de la obra se encuentra en el tiempo y en el aspecto social de la historia, que se roban todo el protagonismo: un momento del siglo XX en México (entre 1946 y 1952) recuperado por la memoria del escritor y puesto en la mente de un personaje que “recuerda”, demasiado vívidamente, un acontecimiento de su infancia.
Predominan sobre todo las características sociales de un país en el que la clase media, apegada a prejuicios y creencias heredadas, intenta esquivar las penurias que aquejan a la mayoría de la población y cuyo referente de progreso comienza a ser la sociedad estadounidense.
A pesar de las licencias literarias que se permite el autor, es de resaltar la habilidad con la que entremezcla en el relato algunos iconos de la cultura popular mexicana y enfatiza su influencia en la vida diaria de la gente que, haciendo las salvedades locales, podría ser la de cualquier país latinoamericano en una época marcada por el cine, la radio, las revistas y la música.
Después de su lectura esta obra deja ese sabor a nostalgia que se percibe en mucha de la literatura de América Latina en la segunda mitad del siglo veinte; aunque no deje de sentirse una persistente y ácida crítica al pasado.

viernes, 30 de agosto de 2019

El contable hindú


“Cero e infinito. Las cosas que nunca podemos conocer porque son incognoscibles y las cosas que nunca podemos conocer porque hay demasiadas.”
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David Leavitt en su novela biográfica El contable hindú, publicada en 2007, nos refiere la histórica y fructífera relación de dos grandes matemáticos: el indio Srinivasa Ramanujan y el británico G. H. Hardy.

En 1913 llega a Cambridge una carta procedente de Madrás, India; la remite un desconocido funcionario y en ella alude a cuestiones de gran importancia. Hardy, el destinatario resuelve contestarle y desde ese momento se establece una correspondencia que tiene como resultado el viaje de Ramanujan a Inglaterra; un hecho que tendrá consecuencias extraordinarias e insospechadas tanto en su vida como en el ámbito de las matemáticas pues la trascendencia de sus contribuciones a la solución de hipótesis y los nuevos giros que aplica al razonamiento son incalculables, aunque su carácter esté fuertemente influenciado -y determinado en algunos casos- por supersticiones y creencias religiosas.

Gracias a su trabajo este genio autodidacta recibirá muchos reconocimientos, pero su constitución física se resiente tanto por los problemas familiares y su dificultad para adaptarse que su ánimo se debilita y todo lo que ha ambicionado parece perder sentido frente a la posibilidad de una muerte temprana.

Centrada en un periodo relativamente corto de la vida de H. G. Hardy, y en el ambiente social e intelectual de la prestigiosa comunidad de Cambridge en los años veinte, esta novela recrea también la de algunos académicos ingleses con sus prejuicios, intrigas y viejas tradiciones, así como su posición frente a temas tan cruciales como la Gran Guerra que reconfiguró el perfil de Europa y después de la cual el pensamiento occidental no volvería a ser el mismo.

El género biográfico del que se ha abusado tanto encuentra en Leavitt un hábil escritor que es capaz de presentar con verosimilitud unos personajes históricos sin abusar de la ficción ni aburrir con el exceso de datos especializados.

sábado, 17 de agosto de 2019

Cutter y Bone

"Uno se podía pasar la vida entera subiéndose a cruces para salvar a la gente de sí misma, y no cambiaría nada. Al final los seres humanos estaban cada uno tan solo como una estrella muerta, y por más esfuerzo, amor o letanías que uno le pusiese, no conseguiría modificar ni un centímetro la precisión terrible de sus trayectorias."
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La muerte de una joven y un posible chantaje a su supuesto asesino planeado por un veterano de guerra sirven a Newton Thornburg para analizar una sociedad que ha dejado atrás la breve época de los paraísos para enfrentar el desencanto. Después del movimiento hippie y su esperanza de amor y paz llega la década de los setenta, una etapa de la historia del mundo y específicamente de los Estados Unidos donde para muchos los sueños murieron con la guerra de Vietnam.

En su novela “Cutter y Bone”, publicada en 1976, Newton Thornburg cuenta lo que les sucede a dos personajes que iniciaron su juventud en los sesentas y que ahora son víctimas directa o indirectamente de las consecuencias de esa guerra: Alex Cutter, lisiado y sobreviviente de las escaramuzas militares en un país lejano y Richard Bone, un joven ejecutivo que ve de pronto como la vida no le ofrece más que rutina y que decide escaparse a California para vivir al día haciendo trabajos ínfimos o por cuenta de mujeres solitarias.

En la trama pergeñada por Cutter, Bone tratará de mantenerse al margen, pero un extraño sentido del deber lo obliga a permanecer junto a él, aun conociendo su cinismo desmedido que no respeta ninguna barrera y ese instinto destructivo que se agiganta en cada nueva situación.
El mundo se cierra en torno a ellos a medida que se acercan al objetivo de su aventura y los demonios internos que cada uno lleva consigo amenazan con desbaratar cualquier intento por salir de la trampa que han hecho de sus vidas. Al final la realidad los alcanza y los intentos de estos dos amigos por disimularla o hacerle el quite se muestran inútiles, como sucede siempre.

sábado, 3 de agosto de 2019

Dos veces junio

“…para que las cosas permanezcan y no cambien, también es indispensable que pase el tiempo.”

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La novela “Dos veces junio”, publicada en 2002, transcurre durante un momento de la dictadura militar en Argentina. En ella se mezclan, con la narración principal, datos y hechos que dan cuenta de los actos de un Estado represivo y del ambiente aparentemente normal que vive la nación.
Un soldado raso detalla las tareas que realiza y la actitud de sumisión programada frente a quienes dominan y manipula la realidad en su país. Un ejemplo evidente es la expectativa que reina en la ciudad durante un partido de fútbol mientras él busca con determinación un doctor para que dilucide un problema de carácter fundamental: desde que edad se puede torturar a un niño.
Con una estructura narrativa poco convencional “Dos veces junio” presenta un panorama que en pequeños párrafos deja entrever la historia de unos seres sin rostro, que son sin embargo una presencia constante, como la mujer sin nombre a quien se le roba su hijo nacido en la cárcel; así como las actividades del médico que se encarga de avalar los métodos de tortura o las de la sociedad a la que éste representa.
La indiferencia del soldado refleja un tiempo donde la moral se hundía por perder un partido y algunas personas veían como normal el robo de niños, esgrimiendo para ello argumentos insostenibles.
Con gran capacidad de síntesis el autor denuncia un hecho histórico de manera contundente sin tener que recurrir a un elaborado andamiaje teórico, como respaldo, o echar mano de los clichés usados en la llamada literatura comprometida.


viernes, 19 de julio de 2019

El huérfano

“…el mañana, ciudadanos, es asunto del Estado. El mañana es cosa de vuestros líderes, debéis dejar el porvenir en sus manos.”
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A la sombra del Querido Líder Kim Jong-il se desarrolla la vida en la República Popular Democrática de Corea recreada por Adam Johnson en la novela El huérfano, publicada en 2012.
Su protagonista, Jun Do (un nombre que se parece a John Doe, la palabra que se usa en inglés para denominar a una persona de la que se desconoce su identidad) crece en un orfanato donde los niños son reclutados para llevar a cabo labores extremas. Entrenado en los más crueles métodos de combate y supervivencia termina siendo parte de un comando que secuestra personas en la costa japonesa.
Como consecuencia de esta actividad pasa a ser un espía que viaja en un barco pesquero a la escucha de las transmisiones de países extranjeros, donde la deserción de uno de los tripulantes lo involucra en una serie de imposturas que lo llevan a viajar a los Estados Unidos en una misión diplomática, a ser encarcelado y a suplantar después la identidad del comandante Ga, uno de los héroes del Estado, cuya esposa es la sinigual actriz Sun Moon, de quien se enamora y por quien se embarca en la que puede ser su última aventura.
Esta novela que combina la realidad de los personajes con la propaganda estatal, utilizando elementos del thriller psicológico y el folletín, nos presenta una historia cuyos elementos principales son el miedo y el absoluto compromiso político exigido a todos los habitantes de un Estado de corte carcelario y paranoico que mantiene un mundo ficticio para controlarlos fácilmente.
Corea del norte es quizá uno de los países más herméticos del planeta y Adam Johnson, ganador del premio Pulitzer en 2013, nos propone una mirada desde la ficción que tal vez arroje luces sobre su realidad.

sábado, 6 de julio de 2019

Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado

"Oh, poetas negros conocidos y desconocidos, ¿con qué frecuencia nos han sostenido vuestros sufrimientos vendidos en pública subasta? ¿Quién calculará las noches en que vuestras canciones nos hicieron sentir menos solos o vuestros cuentos hicieron parecer menos trágicas las ollas vacías?
Si fuéramos un pueblo muy dado a revelar secretos, podríamos alzar monumentos y celebrar sacrificios a la memoria de nuestros poetas, pero la esclavitud nos curó de esa debilidad. Sin embargo, baste con decir que sobrevivimos en relación exacta con la dedicación de nuestros poetas (incluidos predicadores, músicos y cantantes de blues)."
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En el primer volumen de su autobiografía, “Yo sé porque canta el pájaro enjaulado”, que se publica en 1969, Maya Angelou relata la infancia y adolescencia de una chica negra en los Estados Unidos durante los años treinta y cuarenta.
Junto con su hermano Bailey, Marguerite Johnson pasa la infancia al lado de su abuela en un pueblo de Arkansas, donde la segregación se ejerce de manera implacable. Pero ellos no tienen que lidiar solamente con la dominación explícita o soterrada por parte de los blancos, deben luchar también, y quizás con mayor empeño, con la ortodoxia religiosa y la sumisión donde la comunidad a la que pertenecen encuentra refugio y respaldo.
En semejante entorno Marguerite y Bailey descubren el espíritu liberador de la lectura y la educación que se fortalece después en el ambiente despreocupado que respiran cuando se van a vivir con sus padres en S.t Louis y San Francisco; aunque allí deberán también pasar por dificultades que, al fin y al cabo, contribuirán a la formación del carácter de una mujer que desde pequeña aprendió a mirar con ojo crítico la realidad y a ver en la formación intelectual un instrumento para liberarse de la opresión racial y social. De todas las adversidades por las que tiene que pasar, Marguerite sale endurecida para enfrentar un mundo que sólo tiene para ofrecerle humillación y servidumbre.
Entre la rigidez moral de la abuela y la despreocupación de sus padres se consolida la fuerte personalidad de esta autora conocida en todo el mundo por la trascendencia social de su escritura.

viernes, 28 de junio de 2019

Evocación de Matthias Stimmberg

La misantropía es un humanismo;
el humanismo es también una misantropía.”
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Entre todas las obras que ocupan un lugar notable en la historia de la literatura por la habilidad y relieve de sus creadores hay que destacar aquellas que superan el ámbito de un cuento sin pasar de unas pocas cuartillas. Una de ellas es “Evocación de Matthias Stimmberg” de Alain-Paul Mallard, publicada en 1995, donde se revive el enigma que suscitan los escritores imaginarios; pues Stimmberg no existe.
Con cada uno de los cuadros de esta pequeña pieza literaria se va descubriendo el perfil de un hombre que disecciona su entorno y su propia historia sin hacerse ni hacerle concesiones a nadie. Con frialdad y precisión retrata su cotidianidad y sus recuerdos.
Si por sus obras se puede conocer el alma de un escritor, en este caso debemos ceñirnos a estos pocos escritos para saber quién es Stimmberg, aún a sabiendas de su naturaleza ficticia.
La pluma de Mallard erige con palabras la realidad de un autor, asentado en una geografía fácilmente identificable, que se relaciona con personas de carne y hueso con cuyas vidas se entrecruzan sus propias memorias; gracias a esta remembranza, un poeta llamado Matthias Stimmberg tiene un lugar de mérito en el universo literario.
De la reedición que se hizo en 2015 merece destacar la inserción de unas ilustraciones de la “Vida de los animales”, del escritor y zoólogo alemán Alfred Edmund Brehm, publicada entre 1864 y 1869, cuyos grabados decimonónicos contribuyen a sumir el libro en ese ambiente de ambigüedad que nos producen las narraciones autobiográficas de un poeta casi verídico.

viernes, 14 de junio de 2019

Ciudad abierta

“Experimentamos la vida como un continuo y sólo una vez que declina, una vez que se vuelve pasado, vemos las discontinuidades. El pasado, si existe, es sobre todo espacio vacío, grandes extensiones de nada en las cuales flotan personas y acontecimientos significativos.”
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En New York, la ciudad cosmopolita por antonomasia vive Julius, el protagonista de Ciudad abierta, la novela de Teju Cole publicada en 2011. El narrador, un hombre llegado de Nigeria a los Estados Unidos en su temprana juventud, se identifica tanto con la cultura occidental que durante buena parte del tiempo el lector se olvida de que es un hombre africano el que habla.
Julius recorre la ciudad observando y fijando en su memoria calles, parques y situaciones donde la gente que aparece expresa sus ideas marcadas por experiencias que en algunos casos han llegado a ser extremas. Como muchas obras, ésta se va abriendo a espacios inesperados; las descripciones que hace el protagonista de lugares, personajes y emociones, así como las contextualizaciones históricas, avasallan el texto convirtiéndolo por momentos en una suma de reflexiones más que en un trabajo de ficción.
Los temas actuales que preocupan a los estadounidenses especialmente, aparte de sus condiciones particulares, son representados en los personajes de la historia, revelando diferentes maneras de pensar y actuar que evidencian algo sabido: la vida de un ser humano tiene múltiples raíces que se extienden en incontables direcciones, máxime si se trata de un inmigrante como Julius, cuyas vivencias personales se complementan con las de sus antepasados y las de muchas otras personas provenientes de distintas ciudades y países.
Aunque al final queda una sensación de insatisfacción vale la pena leer una obra que lleva al lector por una variedad de asuntos que, si bien no conforman una novela como suele pensarse, dan cuenta de los vastos conocimientos del autor sobre temas tan variados como las aves, la música, la historia y por supuesto New York.

viernes, 3 de mayo de 2019

Cuatro años a bordo de mí mismo

Mañana llegaremos. Mañana. Qué terrible palabra es ésta. El mañana es absurdo. Es la esperanza de vivir y la certeza de la muerte. No debiera existir el mañana. Siempre debiera ser hoy. El hoy es lo logrado, lo que se alcanzó, la realidad, lo concreto. Hoy, ¡todo debiera ser hoy! Con esa redondez de verdad que tiene el hoy. El hoy que es la negación de la muerte.”
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En 1932 se publica la novela de Eduardo Zalamea Borda Cuatro años a bordo de mí mismo, cuyo tema gira en torno a la vida, la muerte y las pasiones que las alimentan. Una obra introspectiva donde el narrador recorre el lugar que podría llegar a ser el más apartado para cualquier ser humano: su propia alma.
El protagonista, un hombre del interior arriba a Barranquilla con la intención de embarcarse hacia la península de la Guajira, el lugar con el que ha soñado y donde no sabe si podrá realizar sus fantasías. Pero la realidad superará cualquier paisaje imaginario de los que se ha forjado; empezando por el mar siempre cambiante y misterioso que al principio le niega la entrada a ese lugar mítico hacia el que se dirige. Cuando al fin llega se da cuenta de que para ese mundo nada lo ha preparado. Los personajes con los que se encuentra, gentes de todas las procedencias, combinan sus costumbres con las de los indios en un ambiente que incluye casi siempre la violencia. Personajes que no pueden escapar a la hostilidad de la tierra y el mar, ni a esos indios que aparecen por lo general en un segundo plano, pero cuya presencia es permanente.
En las páginas de esta obra, primordial para entender la narrativa moderna latinoamericana, la poesía se manifiesta en cada párrafo; en ella Zalamea describe con habilidad gentes, paisajes, situaciones y unos sentimientos que están más cerca de lo primitivo que de las convicciones morales con las llegan todos a aquellas tierras, donde hombres y mujeres están dominados por el deseo que se manifiesta de múltiples maneras.

viernes, 12 de abril de 2019

Bartleby, el escribiente

“…la felicidad busca la luz, por eso juzgamos que el mundo es alegre; pero el dolor se esconde en la soledad, por eso juzgamos que el dolor no existe.”
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Dos años después de la aparición de la novela “Moby Dick” Herman Melville publica en 1853 el cuento “Bartleby, el escribiente”, un perturbador relato sobre la inexorable desaparición de un hombre.
En una oficina de Wall Street, dedicada a asuntos jurídicos, trabajan cuatro personas aplicadas juiciosamente a sus labores con hábitos perfectamente establecidos. Aunque el jefe de la oficina tiene que lidiar con los temperamentos de dos de sus subordinados, sus variaciones de humor, casi patológicas, no alteran significativamente las actividades.
Hasta que llega Bartleby, un sujeto de aspecto sosegado cuyo trabajo de amanuense es impecable hasta el momento en el que se niega a realizar determinadas tareas. Si bien es cierto que algunas de ellas no tienen relación con su oficio, su negación llega a interferir completamente con sus funciones y por supuesto con la marcha de la oficina, donde su actitud genera un ambiente de incertidumbre que afecta sobre todo al jefe que es incapaz de manejar una situación tan insólita.
Es esta la historia de un hombre sin aparentes lazos sociales que lentamente se va despegando de la vida; en cuya inmovilidad se manifiesta una resistencia pasiva contra un trabajo que para los otros es parte de la existencia, pero que para él ha perdido toda significación. Un proceso que tiene sus raíces en el pasado del personaje y que se agudiza frente a la ventana que da a una pared donde transcurren sus días sin perspectivas, literal y metafóricamente. Esta conducta lo sustrae de la rutina y lo afirma como individuo pero al mismo tiempo lo conduce a la desaparición, pues su tarea de escribiente, fuera satisfactoria o no, era parte de su personalidad.