viernes, 17 de marzo de 2017

El poder y la gloria

A los pocos años de las cruentas luchas de la llamada “Revolución cristera” en México, el escritor inglés Graham Greene publica en 1940 El poder y la gloria, una novela donde un hombre huye sumido en dudas y vacilaciones mientras es acosado por representar unos dogmas que él mismo cree haber traicionado.
Sus convicciones lo impulsan a realizar la labor para la que fue investido mientras se debate en la incertidumbre sobre su propio valor como sacerdote. Conoce sus debilidades y faltas. Descree de su idoneidad para administrar sacramentos mientras se desplaza sin cesar por pueblos y aldeas con la intención de ofrecer una especie de consuelo a una comunidad que, abruptamente, se ve privada de unas costumbres que buenas o malas están muy arraigadas. Convencido del valor de los ritos que lleva a cabo no cree ser el hombre indicado para administrarlos, aunque todavía logre cierto respeto de la gente que acude a él.
Su finalidad última es sobrevivir pero se verá obligado, por unos votos que él mismo cuestiona, a arriesgar la vida.
Ésta es una obra centrada en la introspección del protagonista, matizada por las descripciones sumarias de hombres y mujeres que encuentra en su huida.
En “El poder y la gloria” la ambivalencia de los personajes demuestra el hecho de que en esta historia pocos son tan inocentes como las dos niñas que en lados opuestos del espectro moral se relacionan con el cura. Sin tomar partido el autor nos lleva a vivir desde el interior los conflictos de un personaje atormentado por la incapacidad de identificarse con lo que se espera de él.

viernes, 10 de marzo de 2017

Tres tristes tigres

En medio de uno de los fenómenos culturales más importantes de América Latina, aparece en 1965 Tres tristes tigres, una novela que presenta múltiples facetas como sucede con todas las obras del llamado “boom latinoamericano” que hizo conocer nuestra literatura en todo el mundo.
1958 fue el año escogido por Guillermo Cabrera Infante para retratar una ciudad latinoamericana caracterizada por tener una atmósfera que la hizo única entre las capitales de este continente.
Se plantean varias historias que tienen como hilo conductor el hincapié que se hace en la manera de hablar de sus protagonistas: desde las comadres que se escriben cartas o que hablan por teléfono hasta los diálogos (con base en juegos de palabras) entre un actor y un periodista que hacen gala de sus amplios conocimientos. Es tarea del lector ubicar en el universo de la novela estas historias y los personajes que contribuyen a recrear el clima de una ciudad que parece hecha para el placer.
Se percibe en la lectura de la novela la música de Cuba y las noches vibrantes de la ciudad donde el aspecto más evidente es el entorno de La Habana de Batista, el dictador, con sus cabarets y locales nocturnos cuya vida agitada habla por boca de personajes como La Estrella o los dos turistas estadounidenses, mientras que en el recorrido por sus calles se dan a conocer mujeres de todas las condiciones.
Después de terminarla se me ocurre que esta novela debería ser leída en voz alta por un cubano, para apreciar con propiedad un texto rico en coloquialismos, juegos de palabras y giros idiomáticos.

viernes, 3 de marzo de 2017

Americanah


La novela Americanah, de la escritora de Nigeria Chimamanda Ngozi Adichie publicada en 2013, narra la historia de una muchacha a quien las circunstancias adversas de su país empujan a viajar al exterior para continuar sus estudios sin interrupciones. Como todos los cambios drásticos éste tendrá consecuencias de distinta naturaleza. Tanto Ifemelu como Obinze, su novio del colegio (quien viaja a Inglaterra), o Uju, su tía, pasarán por experiencias igualmente traumáticas en circunstancias similares.
Al llegar a los Estados Unidos Ifemelu tendrá que reconsiderar la imagen que se había formado de ese país; verá confrontada su propia identidad, pues allí un extranjero ocupa automáticamente un lugar con categorías ya establecidas. Descubrirá que en los Estados Unidos todo aquello que define a un ser humano está fijado principalmente por características tales como el color de la piel, el acento o el grado de delgadez de su cuerpo.
Este choque cultural e intelectual tiene una repercusión tan grande en Ifemelu que al comienzo se siente obligada a copiar las acciones de las minorías y de muchos inmigrantes, que tratan desesperadamente de adoptar determinados comportamientos, esperanzados en mezclarse con éxito en una sociedad que los rechaza por principio.
Esta novela, que es un manifestó de independencia y afirmación -consignado en los blogs que escribe-, es también la historia de los amores de una mujer joven que quiere ser reconocida por lo que es y no por corresponder a los estereotipos tanto del país que la acoge con reluctancia como de su país de origen.

viernes, 24 de febrero de 2017

El beso de la mujer araña

Con El beso de la mujer araña Manuel Puig demuestra, una vez más, que el relato puede ser otra fórmula para seducir. Molina, acusado por un delito sexual, le cuenta a su compañero de celda una serie de películas, exponiendo simultáneamente su manera de pensar con respecto a la vida. El receptor de las historias es Valentín, un preso político que tratará, sin lograrlo, de ideologizar las narraciones. Sin embargo la necesidad de escuchar, o de pasar el tiempo, lo llevará a respetar al fin la voz del relator, limitándose a preguntar sin hacer juicios críticos.
Entre estos dos personajes, tan disímiles, se teje una compleja relación que tiene como consecuencia cambios radicales: Valentín ve como el enfoque inicial, frente a las ideas y al comportamiento de Molina, se modifica a medida que conoce su historia personal. Molina, que está más interesado en salir de la prisión que en los meandros ideológicos de Valentín, se ve al final involucrado en los asuntos políticos de éste.
En 1976, cuando apareció la obra, el conocimiento sobre la homosexualidad masculina se reducía, en la mayoría de los casos, a prejuicios centenarios. La novela incluye vastas notas de pie de página que intentan realizar una labor pedagógica relacionada con la orientación sexual de “Molinita”, pero los propósitos educativos del autor ralentizan la dinámica de la novela que, por otro lado, acierta en la mezcla de realidad y fantasía: las horas opresivas de la cárcel se diluyen en los intensos momentos de las películas donde mujeres seductoras se ven envueltas en todo tipo de aventuras.

sábado, 18 de febrero de 2017

Josefina la cantora o El pueblo de los ratones

La historia de Josefina es una historia singular en la vida de un pueblo singular cuya actividad principal es trabajar y escapar de sus enemigos. Sin embargo Josefina, que trabaja como todos, ha desarrollado una habilidad que no es común a los demás. Canta. Pero su canto no resiste el análisis. Cuando se intentan entender las razones por las que todos la oyen con reverencia no se encuentran motivos para tal fenómeno. Quizá sólo se deba a las condiciones tan particulares en que viven: el hacinamiento y la zozobra constante.
Se ha analizado desde varios ángulos la autoridad y evidente dominación que ejerce Josefina en su papel de cantora y no se ha llegado a una conclusión satisfactoria.
Paradójicamente como individuo aislado no tiene ninguna influencia. Sus demandas para ser tratada como un ser especial, no se escuchan. A pesar de las presiones que ejerce, todos permanecen sordos a sus exigencias.
Tal vez decida desaparecer aunque está segura de que si no vuelve a cantar, a ensimismar a su pueblo, desaparecerá del recuerdo así como han desaparecido tantos hechos de una comunidad a la que no le interesa ni la historia ni la música.
No es difícil encontrar interpretaciones para Josefina la cantora o el pueblo de los ratones (, el último cuento escrito por Franz Kafka. Es una metáfora que cada lector explicará desde su particular manera de ver el mundo. O puede, simplemente, identificarse con Josefina, que es de hecho uno de los personajes más conmovedores de la literatura cuyo único deseo verdadero es ser reconocida por los demás… Como cualquier artista.

jueves, 16 de febrero de 2017

Manuela

En un lugar indefinido, entre Bogotá y Ambalema, transcurre Manuela de Eugenio Díaz, una novela que apareció por entregas en 1858 y a la que se considera como la primera obra costumbrista colombiana.
El protagonista llega de la capital cargado de ideas liberales, como la mayoría de los letrados de la época, pero ve como sus teorías se van desmoronando al descubrir una realidad de explotación y de actividades corruptas donde el Estado lejano apenas tiene injerencia.
En ese mundo de pasiones e intrigas vive Manuela una muchacha del pueblo descalzo. Una característica que el autor utiliza para enfatizar la diferencia entre los poseedores de la tierra y el resto, que es la mayoría.
Una tierra feraz donde la naturaleza se desarrolla lujuriosa y los animales, a veces, se ven a punto de recuperar su dominio es el lugar donde acontece una historia que terminará dramáticamente.
Durante sus actividades de naturalista y de recopilador de datos Don Demóstenes se verá involucrado en las rencillas locales, tomando partido por los seguidores de Manuela que defiende el orden y la ley, frente a don Tadeo que representa la corrupción y los contubernios políticos como única opción de resistencia frente al dominio terrateniente.
Además de retratar costumbres y paisajes, esta novela plasma la realidad política y social de un país que no se diferencia en muchos aspectos de la Colombia de hoy, aunque hayan pasado más de 150 años. No es sólo un documento de usos y prácticas, es una valiosa fuente de información para entender las raíces de muchos de los conflictos actuales.

Un recuerdo navideño

Ninguna época del año provoca tanta expectativa en gran parte del mundo como los días previos a la Navidad y pocos escritores han sabido captar el tono melancólico que adquieren con el tiempo las navidades pasadas como Truman Capote.
En Un recuerdo navideño, publicado en 1956, dos niños, uno de siete años y una de sesenta y pico, celebran los rituales que han llevado a cabo en los últimos años, sin los cuales la Navidad no tendría sentido para ellos: conseguir los ingredientes para hacer treinta pasteles que enviarán, por correo, a lugares tan remotos como la Casa Blanca o la isla de Borneo; recoger plantas para adornar puertas y ventanas; hallar un árbol que debe ser “dos veces más alto que un muchacho” y decidir qué van a regalar.
Para muchos la magia de la Navidad también estará ligada, como para Buddy y su amiga, con unos ritos que adquirieron, con el tiempo, ese tono de oro viejo que siempre tiene la nostalgia.
Son múltiples las costumbres que se han establecido como preparación para celebrar un suceso que durante unos momentos, cada año, identifica a millones de personas en el mundo. A veces parece como si esos días fueran tan importantes, en el recuerdo, como el hecho esperado; como si para la memoria fuera igual de relevante la expectación que, desde mediados o finales de noviembre, acompaña a todos aquellos que todavía pueden sentir o han sentido en algún momento de la vida, aunque sea por un instante, la emoción de aguardar y vivir ese acontecimiento con la misma intensidad que este par de amigos: uno de siete años y una de sesenta y pico.

viernes, 10 de febrero de 2017

El libro de la selva

Entre 1893 y 1894 Rudyard Kipling publicó una serie de cuentos que pasaron a conformar El libro de la selva, al cual le seguiría El segundo libro de la selva donde aparece de nuevo Mowgli, el muchachito criado por lobos, quien es quizá el personaje más conocido de esta obra.
En las historias que la componen hay elementos comunes como las pasiones de los animales, bastante similares a las humanas, o sus caracteres.
Esto se manifiesta en las experiencias que vive Mowgli: objeto del rechazo de la mayoría de los lobos es perseguido por el odio de un tigre; secuestrado por una manada de monos y rescatado después por sus amigos. Cuando Mowgli reconoce su naturaleza decide entonces acercarse a una aldea de donde, después de ser bien recibido, es expulsado por el miedo que inspira su capacidad de hablar con los animales.
El libro, que termina con un homenaje a los animales que participaban en las campañas militares inglesas, refiere también el empeño de la foca blanca por encontrar un refugio seguro para su especie; los peligros que enfrenta una valiente mangosta en un jardín o el relato de Kala Nag, el elefante cautivo durante años, que se escapa cuando acepta el llamado de la jungla.
Leer o releer “El libro de la selva” nos traslada a un mundo más sencillo donde la maldad no obtiene recompensas y la estupidez se ve reflejada casi siempre en las acciones colectivas. Son los individuos los que se destacan. Es posible que Kipling plasme un pensamiento marcado por el espíritu imperialista británico, pero no se puede negar su gran habilidad para la narración.

miércoles, 8 de febrero de 2017

La busca de Averroes

En el siglo XIX el orientalista francés Ernest Renan habló y escribió sobre Averroes, un médico y filósofo musulmán nacido en Córdoba, España, a finales del siglo XII. En 1949 Jorge Luis Borges publica El Aleph, donde incluye, entre otras historias, La busca de Averroes. Borges se imagina un hecho sucedido en Córdoba donde el protagonista se esfuerza por asimilar el pensamiento de Aristóteles, de quien lo separan catorce siglos.
Averroes, que vivió en la España de mezquitas y muecines, procura entender la obra del griego pero tropieza, una y otra vez, con dos conceptos para los que no encuentra significado: “tragedia” y “comedia”. En los textos que consulta no halla referencias que lo iluminen. En el mundo del islam no existe el teatro. A pesar de contemplar con sus propios ojos una representación y de oír el relato de otra, llevada a cabo en una ciudad lejana, no puede establecer la relación entre esos hechos y las palabras que lo intrigan.
El filósofo desaparece cuando cree haber encontrado la respuesta a sus interrogantes y con su caligrafía más cuidada escribe una falacia. En ese momento el autor, y el lector junto con él, dejan de creer en “Averroes”.
Borges utiliza toda su erudición para fabular conscientemente; para inventar una historia donde los saberes más disímiles se mezclan sin dificultad. Leerlo es como abrir una enciclopedia. Sus vastos conocimientos, enlazados magistralmente, llevan al lector a hacerse preguntas que quizá jamás se había hecho y para las que tal vez ni siquiera él -él menos que nadie- tenga una respuesta definitiva.

domingo, 5 de febrero de 2017

Maus

Maus de Art Spiegelman, publicada en 1980-1991, es una novela que apela de manera constante al recurso del flash back para desarrollar un tema histórico.
Vladek, un judío polaco, le cuenta a su hijo (quien quiere reconstruir el pasado de sus padres) su experiencia durante los años treinta en la Polonia de preguerra y después, como prisionero de los alemanes, en varios campos de concentración hasta el final de la segunda guerra mundial.
Con la agilidad que permite el comic y con un dibujo expresionista en blanco y negro de donde se excluyen los tonos grises, esta novela gráfica, cuyos personajes se representan alegóricamente como animales, nos lleva a revivir la historia gracias a los recuerdos de un anciano a quien el carácter se le ha agriado con los años a causa de su terrible vivencia o tal vez por el simple paso del tiempo.
Mientras toma nota, su hijo presencia como la vida de Vladek se ha reducido a acumular objetos anodinos (paradójicamente destruyó los diarios de su primera esposa que sufrió tanto como él), o a quejarse del abandono y el mal trato, al parecer imaginario, por parte de la segunda esposa. La anterior, que sobrevivió a los campos de exterminio, acaba suicidándose años después de terminada la guerra.
Independientemente de las polémicas que suscita el término novela gráfica, no se puede desconocer que este formato, y esta obra en particular, constituyen una valiosa contribución a la narrativa de esta época. Gracias a la fuerza expresiva de Spiegelman vemos desde otra perspectiva un acontecimiento que marcó hondamente a la humanidad.