La historia de Josefina es una historia singular en la vida de un pueblo singular cuya actividad principal es trabajar y escapar de sus enemigos. Sin embargo Josefina, que trabaja como todos, ha desarrollado una habilidad que no es común a los demás. Canta. Pero su canto no resiste el análisis. Cuando se intentan entender las razones por las que todos la oyen con reverencia no se encuentran motivos para tal fenómeno. Quizá sólo se deba a las condiciones tan particulares en que viven: el hacinamiento y la zozobra constante.
Se ha analizado desde varios ángulos la autoridad y evidente dominación que ejerce Josefina en su papel de cantora y no se ha llegado a una conclusión satisfactoria.
Paradójicamente como individuo aislado no tiene ninguna influencia. Sus demandas para ser tratada como un ser especial, no se escuchan. A pesar de las presiones que ejerce, todos permanecen sordos a sus exigencias.
Tal vez decida desaparecer aunque está segura de que si no vuelve a cantar, a ensimismar a su pueblo, desaparecerá del recuerdo así como han desaparecido tantos hechos de una comunidad a la que no le interesa ni la historia ni la música.
No es difícil encontrar interpretaciones para Josefina la cantora o el pueblo de los ratones (, el último cuento escrito por Franz Kafka. Es una metáfora que cada lector explicará desde su particular manera de ver el mundo. O puede, simplemente, identificarse con Josefina, que es de hecho uno de los personajes más conmovedores de la literatura cuyo único deseo verdadero es ser reconocida por los demás… Como cualquier artista.
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