Producto de una minuciosa investigación Sinuhé el egipcio (1945) es una novela que sorprende al lector, sobre todo cuando
descubre que muchas de las cosas que conocía o de las que había oído hablar ya
se conocían o habían pasado en el antiguo Egipto.
Cada vez que se abra este libro pueblos
y ciudades, hoy desaparecidos, volverán a la vida gracias a la pluma de Mika
Waltari, quien elabora con datos históricos una habilidosa trama donde un
médico de origen oscuro, es el testigo de acontecimientos que sucedieron hace
más de tres mil años y en donde aparecen caracteres tan interesantes como Akhenatón,
quien pretendió imponer al imperio una religión monoteísta, o Nefertiti cuya
belleza se mantiene intacta a pesar de los milenios.
Al final de su vida y desterrado,
Sinuhé, que se vio enfrentado a toda clase de peligros, escribe su historia
sin la intención de ser leído. Ha visto tanto que ya no tiene confianza en el
ser humano; escribe sólo para sí mismo; está convencido que de la experiencia
ajena nadie aprende. No espera reconocimientos pues ya los tuvo todos y también
los perdió todos.
En su relación de hechos surgen
de nuevo los lugares que le ayudaron a formarse y a templar su espíritu: la
Casa de la Vida, adonde asistió siguiendo los pasos de su padre adoptivo; la
Casa de la Muerte, donde se encerró para autocastigarse. Describe las luchas religiosas
a causa de la ruptura que con los dioses tradicionales y sus sacerdotes provocó
el faraón Amenofis IV conocido como Akhenatón. Nos cuenta acerca del orgullo y
la obstinación de la princesa Baketamon o del amor desesperanzado y la ambición
de Horemheb.
En su relato aparecen las mujeres
que conoció y que lo marcaron profundamente: Merit, dueña de la taberna “La Cola
de Cocodrilo”; Minea, la cretense, consagrada a un dios; Nefer, una mujer cuyo
atractivo era tal que quien la evocara tenía que repetir su nombre tres veces.
Describe su paso por países lejanos
y de extrañas costumbres, desempeñándose como médico, embajador y medio espía.
Y por supuesto nos presenta a su esclavo Kaptah quien le roba moderadamente
como debe hacer cualquier esclavo y a quien lo aquejaba una sed constante.
Todo se repite, es el leit motiv de esta obra
publicada en 1945 que siempre estará entre los primeros lugares de la novela
histórica, un género que se ha vuelto bastante popular, aunque no siempre
mantenga la calidad con la que escribió Mika Waltari.