viernes, 20 de abril de 2018

Estupor y temblores

"A menudo, las actitudes más incomprensibles de una vida tienen su origen en un deslumbramiento de juventud: de pequeña, la belleza de mi universo japonés me había impactado tanto que todavía me alimentaba con aquella reserva afectiva. Ahora tenía ante mí la evidencia del despreciable horror de un sistema que negaba todo lo que tanto había amado y, no obstante, seguía siendo fiel a sus valores, en los que ya no creía."
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En Estupor y temblores la novela de Amélie Nothomb la brecha cultural entre occidente y el extremo oriente se evidencia desde el principio cuando Amélie, una mujer belga, entra a trabajar en Yumimoto, una enorme compañía japonesa radicada en Tokio, donde su formación le impide interpretar adecuadamente la conducta de sus compañeros. Aunque tenga a su favor el conocimiento del idioma y la fascinación por ese país es incapaz de entender qué se espera de ella, como mujer y como occidental. A consecuencia de sus múltiples “errores” se verá degradada cada vez más a trabajos que no se corresponden con su capacidad y conocimientos. Claramente se ve que no hablan el mismo lenguaje: el de la sutileza de las actitudes y de las acciones.
Frente a Amélie se encuentra Fubuki, su jefe inmediato, una mujer que encarnará para Amélie las dos caras del Japón: la belleza y la fealdad de su estructura social, donde según todos los indicios no hay un lugar definido para una mujer europea.
En esta obra de 1991 se nos presenta una imagen que contribuye a consolidar la idea que se tiene de un país cuya escala de valores se ha desarrollado paralelamente a la civilización occidental.
La profunda estratificación de esta sociedad se refleja en los niveles que conforman la empresa Yumimoto donde el conducto regular se eleva a la categoría de dogma y cualquiera que intente subvertirlo será visto como peligroso o lo que es peor como anormal y donde el rechazo a la iniciativa individual alcanza una dimensión casi patológica.
Con esta novela se comprueba una vez más el gran peso que tiene la cultura sobre nuestro comportamiento. El análisis que hace la autora nos da un ejemplo de la magnitud de las diferencias que nos separan de otras maneras de pensar y de vivir, que pueden llegar a ser irreconciliables.

viernes, 13 de abril de 2018

American Psycho

Yo tenía todas las características de los seres humanos —carne, sangre, piel, pelo— pero mi despersonalización era tan intensa, se había hecho tan profunda, que la capacidad habitual para sentir compasión había quedado erradicada, víctima de un lento y decidido borrado. Me limitaba a imitar la realidad, tenía un tosco parecido con un ser humano y sólo me funcionaba un oscuro rincón del cerebro. Estaba pasando algo horrible y sin embargo no conseguía imaginar por qué —no lo podía determinar con claridad—. Lo único que me tranquilizaba era el sonido del hielo al echarlo en un vaso de J&B.”
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La década de los años ochenta se caracterizó por un florecimiento de la música pop y por la presencia mediática de un grupo humano característico en la escena financiera del mundo: el yuppie, cuyo perfil es fácilmente definible y al que Bret Easton Ellis retrata con crudeza en American Psycho, novela publicada en 1991.
Patrick Bateman, un joven adinerado de 26 años (admirador incondicional de Donald Trump), quien además trabaja en Wall Street, cuenta sus andanzas por los lugares más exclusivos y excluyentes de la ciudad de New York. Su mundo gira en torno a clubes y restaurantes de moda; sus intereses se centran en los costosos atuendos y los objetos que usan él y la gente que lo rodea. Todas sus descripciones están mediadas por las marcas que incluyen la música y el arte que consumen.
Bateman odia a casi todo el mundo y a pesar de su dinero y de tener un empleo bastante bien remunerado padece de una inseguridad patológica que lo acosa; reflejada en el cuidado excesivo de su apariencia, en su dependencia de las drogas y en su actividad secreta.
Que se puede hacer crítica social sin apelar al cliché de la lucha de clases lo demuestra Ellis con una narración novedosa que describe sin sutilezas la violencia que, imaginaria o real, lleva consigo el protagonista, ejemplo de todo un conglomerado que puede haber cambiado de nombre y hasta de métodos pero que sigue como siempre haciendo del dinero y el status su único objetivo.

viernes, 6 de abril de 2018

La "tournée" de Dios

“Todo el mundo se aborrece y murmura y calumnia, y cada individuo se atrinchera en sí mismo para poder descargar su odio sobre los demás. El bueno, es tonto; el malo, un monstruo; el que oculta la verdad, un hipócrita; el que la hace ostensible, un cínico. Frecuentar el trato de mujeres sin honor, es para la sociedad libertinaje; pero ir siempre del brazo de una sola mujer honrada significa ser un desgraciado sin atractivos. Si a un hombre se le ve en compañía de su hija nadie dejará de pensar que es su querida; pero si se hace acompañar de su querida siempre afirmará alguien que ella es su madre. Un hombre que vive solo es un egoísta, pero al que sostiene una familia dilatada se le tacha de pobre diablo. Si no tienes hijos te llamarán impotente; pero ten hijos, y asegurarán que son de un amigo, salvo cuando hablen de ese amigo, en cuyo caso dirán que son tuyos para reventar al otro. Al que triunfa se le considera como un bandido o un farsante y al que fracasa, como un miserable o un incapaz. El que ultraja es un canalla, pero el que se deja ultrajar es un cobarde. Si estás de acuerdo con los demás dirán que eres un tonto; si les compadeces te llamarán fatuo y engreído; si les discutes te odiarán, pero si te burlas de ellos con sarcasmos y risas afirmarán que eres un amargado. Rico, te despreciarán por burgués; pobre, te despreciarán por inútil. Si tratas bien a las mujeres eres un ingenuo; si las tratas mal eres un chulo. Si te separas de la mujer con quien vives jurarán que ella se ha ido con otro; si no te separas dirán que “el otro” entra en tu casa. Para la Humanidad, en fin, el hombre, cuando va con una mujer es un cornudo; cuando va con otro hombre es un pederasta y cuando va solo es un onanista.
“Todo es odio, rivalidad, furia, bilis y ácido clorhídrico.”
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Dios ha decidido volver a la tierra y se aparecerá en España. Después de hablar con el papa y de que la noticia haya dado la vuelta al mundo; después de las incredulidades y polémicas sobre la veracidad de tal noticia, Dios da inicio al acontecimiento más importante en la historia de la humanidad.
Pero las cosas no resultan como se esperaba: las multitudes desbordan toda previsión; las autoridades y personajes más relevantes no reciben un trato particularmente especial por parte de Dios, lo que tampoco sucede con la mayoría de la gente que lo aclama por donde pasa. Sin contar con que la actitud del aclamado empieza a ser como mínimo censurable con respecto a su sensibilidad para con los problemas de la humanidad.
Sus declaraciones sobre los dogmas y las cuestiones humanas también causan revuelo y al parecer Dios se quedará solo y quizá tendrá que admitir que su mayor error fue la creación del ser humano.
Que el humor es algo bastante serio lo demuestra Enrique Jardiel Poncela con La "tournée" de Dios, publicada en 1932, donde además de las situaciones absurdas en las que ubica a sus otros personajes: un periodista, un escritor, una actriz, un doctor mitómano, expone sus tesis sobre la política, la vida y la religión entre otras; pero este libro que es quizá el más serio de su obra no es un libro cuestionador ni proselitista según afirma el autor… como Dios, es neutral.

viernes, 23 de marzo de 2018

El año de la muerte de Ricardo Reis

“…la soledad no es vivir solo, la soledad es no ser capaz de hacer compañía a alguien o a algo que está en nosotros, la soledad no es un árbol en medio de una llanura donde sólo está él, es la distancia entre la savia profunda y la corteza, entre la hoja y la raíz.”
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En El año de la muerte de Ricardo Reis, novela publicada en 1984, José Saramago reviste a su personaje principal, uno de los heterónimos del poeta portugués Fernando Pessoa, de una existencia tangible. Nos presenta una parte de su historia y hace algunas referencias a otros seres que comparten su misma naturaleza, esos otros en los que habitó el poeta, o lo habitaron, para asumir su soledad, o para eludirla.
Fernando Pessoa acaba de morir y este acontecimiento le sirve de justificación a Ricardo Reis, un médico-poeta, para regresar de Brasil y establecerse de nuevo en su patria.
Con las noticias relevantes e intrascendentes que publican los periódicos en 1935-1936 Saramago reconstruye el entorno donde ubica a su personaje, que aparece como amigo de Fernando Pessoa con quien establece contacto y le sirve de interlocutor a pesar de ya estar muerto.
Siguiendo sus solitarios recorridos por Lisboa, en un momento de bastante inestabilidad política en Europa, conocemos tipos característicos, maneras de pensar, supersticiones y costumbres que sirven de telón de fondo a las intrigas amorosas de Ricardo Reis y a sus intentos de acomodarse a un país que mira desde la distancia del recién llegado. Una tarea que se le vuelve cada vez más difícil a medida que se evidencia su incapacidad de identificar su mentalidad clasicista con el mundo prosaico que se le presenta cada día.
Mezcla de historia, poesía y creación literaria esta obra es una lectura obligada para aquellos que admiren la complejidad de la obra de Fernando Pessoa.

viernes, 16 de marzo de 2018

El corazón es un cazador solitario

“En el pueblo había dos mudos, y siempre estaban juntos. Cada mañana, temprano, salían de la casa en que vivían y caminaban tomados del brazo por la calle en dirección al trabajo. Ambos amigos eran muy diferentes. El que encabezaba la marcha era un griego obeso y soñador. Durante el verano lucía camiseta de polo amarilla o verde, colgando suelta por atrás, y por delante metida de cualquier manera en los pantalones. Cuando el tiempo era más fresco se echaba encima un deformado jersey gris. Tenía un rostro redondo y grasiento, con párpados semicerrados, y sus labios esbozaban una sonrisa leve y estúpida. El otro mudo era de elevada estatura. En sus ojos había una expresión vivaz e inteligente. Vestía siempre de manera pulcra y muy sobria.”
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Así comienza la novela El corazón es un cazador solitario, publicada por Carson McCullers en 1940, donde son varios los personajes que se toman el escenario para protagonizar su historia en diferentes momentos.
Soñadores de todas las condiciones desfilan por esta obra que profundiza con lucidez en las emociones de sus personajes: desde una niña de catorce años hasta un viejo médico marxista que se identifica, aunque no completamente, con un activista que recorre los pueblos del Sur llevando a los trabajadores lo que él considera es la buena nueva. Desde un mudo que alberga un amor desmedido hasta una serie de personas en cuyas vidas los hechos cotidianos adquieren dimensiones catastróficas.
Todo esto sucede en un pueblo donde el tiempo pasa a un ritmo diferente. Donde las acciones de la gente están determinadas por acontecimientos que en otro lugar se manifestarían de distinta forma.
Con su maestría para contar historias Carson McCullers nos seduce con palabras que son capaces de describir una sinfonía de Beethoven escuchada por una niña o lo que pasa por la mente de un hombre que no puede hablar pero que es capaz de comunicarse con todos los que se le acercan menos con la única persona que le importa. McCullers no se apiada de nadie y mucho menos del lector que asiste al desmoronamiento de muchos sueños incipientes y a finales sorpresivos que se perfilan ya desde el comienzo de la novela.
En esta obra, que conmueve desde el título hasta la última frase, se plantean temas bastante delicados para la mentalidad de la época que consideraba las reivindicaciones sociales de todo tipo como asuntos en los que se comprometía la seguridad del Estado. Ejemplo de ello es la relación entre Singer y su amigo Antonapoulos que nadie en el lugar parece encontrar extraña o el trato inhumano e injusto que se le da a una población sin derechos casi dos décadas antes del movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos. O la posesión de armas de fuego por la gente del común.
Sin apelar a la sensiblería, sin tomar partido, la autora pone sobre la mesa asuntos que mueven la conciencia del lector poniéndolo frente a frente con sus creencias, prejuicios y convicciones.

viernes, 9 de marzo de 2018

El maestro de almas

“La vida no lo había preparado para rebelarse, sino para la obstinación, para la paciencia, para el esfuerzo, constantemente defraudado y vuelto a renovar, para la aparente resignación, que aumenta y concentra las fuerzas del alma.”
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En 1939 se publica en París la novela El maestro de almas de Irène Némirovsky (una escritora de origen judío nacida en Ucrania). Una obra que gira en torno a un tema tan actual hoy como en esa época: la xenofobia.
Dario Asfar llega a Francia con la esperanza de ejercer como médico. Marcado por una infancia de privaciones siente que el dinero es su necesidad primordial y su maldición pues nunca será suficiente para satisfacer las ansias que lo marcaron desde su nacimiento en un lugar desconocido de Crimea.
Tratará de integrarse en la sociedad que había idealizado. Pero esa sociedad no está abierta a los extranjeros a quienes delata su aspecto: el color de la piel, o la mirada ávida de quien padece los desgarrones que produce la miseria en el cuerpo y en el espíritu.
La necesidad lo lleva a convertirse en Maestro de almas; utiliza un tratamiento de su invención que él llama la “sublimación del yo”, inspirado en el psicoanálisis, para medrar por fin entre la gente que él admira pero que lo desprecia, que lo ve como un farsante al que se acude como último recurso.
Irène Némirovsky se arriesga en esta novela, como en otras de sus obras, a ser tildada de antisemita, al retratar unos personajes que se parecen al estereotipo del judío, tan utilizado en la literatura europea, pero que en realidad exponen crudamente el otro lado: el de la xenofobia que en cada época y en diferentes países adopta, según las circunstancias, nuevos enemigos.

viernes, 2 de marzo de 2018

La biblia de neón

“…todo el mundo se parecía tanto, en la manera de hablar y actuar, en sus gustos y sus odios. Si alguien detestaba algo, y era una persona como tenía que ser, todo el mundo debía detestar lo mismo. Si no lo hacías así, la gente te odiaba. En la escuela nos decían que debíamos pensar por nuestra cuenta, pero eso era imposible en el pueblo. Tenías que pensar como tu padre había pensado durante toda su vida, y eso era lo que todo el mundo pensaba”.
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En La biblia de neón, escrita por John Kennedy Toole a los 16 años y publicada póstumamente en 1989 (20 años después de su muerte), David, el personaje principal, recuerda los años que pasó en un pueblo pequeño y opresivo del sur de los Estados Unidos.
Mientras se aleja en tren de ese lugar, rememora su vida marcada sobre todo por la tía Mae, una mujer que llega del mundo exterior y altera para siempre, con su aspecto, sus vestidos y su exagerada coquetería, la vida aparentemente sencilla de la familia. Recuerda las circunstancias por las que pasaron: la pérdida de la casa; el abandono de la iglesia por falta de dinero con qué pagar la membresía; la guerra; sus años de colegio; la muerte de su padre; la aparente locura de su madre.
Nada es sencillo en ese lugar que además está marcado por los forcejeos entre las autoridades y el predicador o entre éste y las personas que contrarían sus rígidas normas de conducta.
Y cuando la situación para David y su familia se vuelve intolerable, la tía Mae anuncia que se irá y que él y su madre deberán seguirla más tarde. Un plan que falla cuando dos terribles sucesos obligan a David a dejar la población precipitadamente y a perder el contacto, quizá para siempre, con su tía.
Esta novela que desnuda la realidad, aparentemente tranquila de un pueblo, evidencia, entre otras cosas, como la ciega opinión pública es manipulada y conducida (en este caso por un predicador) para rechazar todo lo distinto, lo foráneo o lo extraño.

viernes, 23 de febrero de 2018

El lugar sin límites

La novela de José Donoso El lugar sin límites, que hurga en el oscuro mundo del deseo, la protagoniza Manuel González Astica, más conocido como la Manuela.
El eje de la historia está ubicado en el prostíbulo de la Estación el Olivo; un pueblo moribundo. Manejado por la Japonesa es el centro de reunión de los hombres de la localidad. Allí fue donde se celebró una noche el triunfo en las elecciones de don Alejo, un terrateniente, con mujeres traídas de otro pueblo, con cantantes y además con la Manuela, que traía consigo sus ínfulas de bailaora y su bata colorada, de manola. Pero las cosas se le complican a éste cuando don Alejo y la Japonesa deciden, en plena fiesta, acorralarlo. Como resultado de semejante acción nace la Japonesita quien se encargará de regentar el lugar a la muerte de su madre y de intentar controlar a la Manuela, su padre, que en sus arrebatos de gran artista sufre incontables tormentos a manos de los hombres que en secreto desean algo que quizá ninguna mujer podrá darles y que, tal vez, él sí.
Sin embargo puede más el rechazo a la persona en la que se ha convertido Manuel González. Un rechazo que personifica Pancho Vega quien oculta, tras la violencia, que su deseo también se fija en un hombre, aunque éste funja de mujer; aunque esté acabado por los maltratos y el desasosiego que sus propios apetitos e ilusiones le han deparado; confinándolo en un infierno, ese lugar que, según Christopher Marlowe, no tiene límites.
Esta obra, publicada en 1966, plantea el eterno conflicto entre el deseo y los estereotipos, tan vigente ayer como hoy, a pesar de los supuestos cambios hacia la aceptación de todo tipo de diferencias.

viernes, 16 de febrero de 2018

Otras voces, otros ámbitos

Truman Capote, 1948 (Fotografía de Cecil Beaton)
“El cerebro puede aceptar consejos, pero el corazón, no. Y el amor, como no tiene geografía, no reconoce límites. Ponle un peso y húndelo en lo más hondo; no importa: subirá y buscará la superficie. ¿Y por qué no? Cualquier amor que haya dentro de la naturaleza de una persona es natural y hermoso. Sólo los hipócritas hacen responsable a un hombre de lo que ama, sólo los analfabetos emocionales y los dueños de la envidia virtuosa, que, en su agitada preocupación, confunden tan frecuentemente la flecha que señala el cielo con la que conduce al infierno”.
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Otras voces, otros ámbitos, la novela de Truman Capote publicada en 1948, comienza a la mitad de un viaje: Joel, un niño, que ha perdido a su madre, va en camino de conocer a su padre y para hacerlo tiene que dejar atrás la casa de la prima Ellen y las rutinas normales de un muchacho de trece años. Lo que no abandona es la imaginación que le permitirá adaptarse a la atmósfera del profundo sur de los Estados Unidos, donde las cosas y las personas adquieren una dimensión desmesurada por cuenta de un ambiente donde la magia parece teñir objetos y sucesos.
Al llegar a su destino conoce un variopinto grupo de personajes que hacen del Desembarcadero de Skully y el bosque que lo rodea un lugar bastante peculiar: Randolph, un pintor mediocre que escribe cartas dirigidas a todas las partes del globo en busca de Pepe, su amor perdido; la elusiva imagen del señor Samsong el padre de Joel; Missouri Fever, más conocida como Zoo, la mujer que sueña con conocer la nieve cuando su abuelo Jesus Fever, un anciano centenario, muera; Idabel, la preadolescente que reniega de ser mujer en contienda perpetua con su melliza Florabel de una feminidad exacerbada. Todos ellos acompañados desde la sombra por Little Sunshine, el ermitaño que vive en el abandonado Hotel Nube rodeado de fantasmas.
A todos ellos Capote los ubica en el paisaje bucólico de Noon City, y sus alrededores y con la maestría para manejar las metáforas y las evocaciones que lo caracteriza, dibuja un lugar mítico como esos que en la literatura adquieren más veracidad que muchos sitios reales. Un lugar que será para Joel el sitio desde donde emprenderá otro camino sin rumbo conocido pero que es el que corresponderá a sus sueños.

viernes, 9 de febrero de 2018

La mujer justa

“…para el delirio no hay explicación. Tarde o temprano irrumpe en todas las vidas… y quizá sea muy pobre la existencia que no se ha visto arrastrada al menos una vez por la tormenta del delirio, la vida que no ha sufrido las sacudidas de un terremoto hasta en sus cimientos o la fuerza de un tornado, que arranca las tejas con un rugido y que revuelve en un momento todo lo que la razón y el carácter han mantenido en orden hasta entonces.”
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La mujer justa de Sándor Márai, publicada entre 1941 y 1949, es mucho más que una novela donde se narran unas relaciones amorosas. En ella se exponen, además, las reflexiones del autor sobre la literatura, la sociedad, la cultura, la amistad y por supuesto el amor.
Tres voces tomarán la palabra para contar su vida:
Marika, una mujer divorciada, cuenta en detalle las circunstancias de su matrimonio y las razones para su separación, analizando al hombre con el que se casó así como el mundo burgués en el que se desenvolvió su matrimonio.
Péter, el esposo, relata los hechos desde su punto de vista, e intenta explicar sus sentimientos por su esposa y por Judit a quien conoció antes de casarse y quien es la razón para haberse divorciado.
Y Judit, una criada que remonta una rígida escala social hasta convertirse en la esposa de Péter. Pero con sus palabras se redefine la historia. El panorama cambia, pues al contrario de Marika y Péter sus acciones estarán marcadas por unas motivaciones que desvirtúan las convicciones de estos.
Sándor Márai en sus novelas despliega una agudeza excepcional para desvelar las interioridades de sus personajes. En esta obra expone con gran lucidez la tesis de que es posible amar a una persona sin llegar a conocerla plenamente al plantear una pregunta cuya respuesta se irá concretando mientras avanza la historia: ¿Existe la persona justa para cada uno o la vida se encargará de demostrar que afirmarlo sería abusar de la certidumbre?
Márai demuestra fríamente, y con bastantes argumentos, que un ser humano puede desdibujarse para los demás logrando en ocasiones engañar de tal manera, que se toma por un ser real lo que no es más que una apariencia bien construida.

domingo, 4 de febrero de 2018

El último amor del príncipe Gengi

"No me quejo de una suerte que comparto con las flores, con los insectos y con los astros. En un universo en donde todo pasa como un sueño, sentiría remordimientos de durar para siempre."
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En El último amor del príncipe Genghi Marguerite Yourcenar se inspira en el estilo de Murasaki Shikibu, la gran escritora japonesa del siglo X, para imaginar una historia que pudo muy bien hacer parte de “Genji Monogatari”, una de las novelas más antiguas y una de las obras monumentales de la literatura universal.
Con la misma agudeza con la que se describen los amores, las costumbres y pasiones de una corte en la novela original, Yourcenar nos presenta la época final de un príncipe que conjugó en su vida las habilidades necesarias para sortear las intrigas políticas y amorosas a las que estuvo expuesto.
Al declinar su vida, Genghi busca el aislamiento y se entrega a la contemplación con la que intenta conseguir la tranquilidad de espíritu que le fue tan esquiva en la vida que ha dejado. Sin embargo alguien insiste en invadir ese retiro, se trata de La Dama-del-pueblo-de-las-flores-que-caen, una mujer que recurrirá a diversas estratagemas para acercársele.
A pesar del dolor por las cosas perdidas, Genghi en sus últimos días quizá encuentre la paz que busca pero la dama que lo acompaña, ¿logrará el reconocimiento a su dedicación?
Es esta una delicada pintura de la actitud frente al paso del tiempo por parte de un hombre que vivió intensas experiencias con la plena conciencia de que eran únicas, pero también la de una mujer que se arriesga a cosechar una nueva decepción.

viernes, 26 de enero de 2018

La bella Annabel Lee

Kenzaburo Oé, premio nobel 1994, recurre a la crónica en gran parte de La bella Annabel Lee para contar una historia ligada, aparentemente, al conocido poema de Edgar Allan Poe cuyas traducciones al japonés parecen prestarse a diversas interpretaciones. Pero las referencias literarias no se reducen sólo a este poema, se extienden a Michael Kohlhaas el relato histórico del escritor romántico Heinrich von Kleist que narra una rebelión en uno de los estados alemanes de la época de Lutero.
Una parte de la novela se desarrolla en el pasado cuando tres personajes relacionados con el cine y la literatura se unen para hacer una película: Asakura una actriz que ha triunfado en el exterior del Japón, cuya vida personal está marcada por un episodio de su niñez cuando interpretó a Annabel Lee para una película en 8 mm filmada por su tutor, un norteamericano de las fuerzas de ocupación en el Japón de posguerra. Komori, un exitoso productor cinematográfico que intenta identificar la obra de Kleist con las protestas campesinas del siglo XIX en el periodo Meiji. Y el mismo Kenzaburo Oé, que cuenta los hechos y participa en los proyectos de filmación como guionista.
La otra parte , que sucede en el presente se centra en la realización de una película que tiene muy poco que ver con la que se intentó filmar treinta años atrás; en ella la voluntad de Sakura se impone dando como resultado un film que le da prioridad a un evento sucedido en el pueblo de Kenzaburo donde una mujer adquiere gran relevancia.
Las lúcidas y sutiles reflexiones del narrador, un hombre viejo que vive con su esposa y su hijo quien tiene una discapacidad no especificada, acompañan las dos historias simultáneamente: de un lado la descripción de los forcejeos de una mujer por desvelar un oscuro pasaje de su infancia y del otro el paralelo entre dos sucesos históricos de países diferentes.

viernes, 19 de enero de 2018

La embriaguez de la metamorfosis

Christine Hoflehner, una joven de 26 años, quien trabaja como ayudante de correos en una pequeña aldea de Austria, recibe de pronto una invitación para reunirse en un hotel suizo con una tía que nunca ha visto. Se le presenta así la oportunidad de escapar, por un tiempo, a los días oscuros y rutinarios que marcan su vida detrás de una taquilla.
En esos días Christine verá otro aspecto de sí misma debido a los cambios en su apariencia, pero sobre todo al trato que recibe de la alta sociedad que allí se reúne; descubriendo aspectos que no conocía de su personalidad. Pero, a causa de una serie de intrigas, tendrá que abandonar un mundo que creyó idílico, y regresar a su aldea, donde la esperan noticias desoladoras.
Para escapar a la opresión que siente al tener que retomar las rutinas que ya se le hacen insoportables, ahora que ha visto otra cara del mundo, decide hacer viajes periódicos a Viena donde conocerá a Ferdinand con quien se sentirá identificada; Ferdinand, un veterano de guerra, representa para ella el espejo donde ve reflejada su falta de esperanzas y la posibilidad de hacerle una jugarreta al destino de pobreza y amargura que le esperan.
Con la agudeza que lo caracteriza Stefan Zweig en La embriaguez de la metamorfosis (1931-1942), publicada en 1980, no sólo retrata unos caracteres marcados por las desigualdades sociales que dominaron a los países que perdieron la Primera guerra mundial sino que también presenta un incisivo análisis de un Estado que no merece ninguna lealtad.

viernes, 12 de enero de 2018

La balada del café triste

Tres historias de amor son el motivo para que Carson McCullers en La balada del café triste, publicada en 1951, explore las características de unos personajes cuyo destino está marcado por instancias que se escapan a su control y el laberinto por el que transitan unos amores que no dejaron de sorprender a aquellos que los presenciaron.
En un pueblo melancólico hay un edificio a punto de derrumbarse donde es posible ver, de vez en cuando, por una de sus ventanas, un personaje que parece un fantasma. Se trata de Miss Amelia Evans una mujer solitaria que a pesar de su temperamento, fuerte e indomable, se vio envuelta en un torbellino emocional que ninguno de los que la conocieron pudo predecir.
Durante mucho tiempo llevó una vida marcada por la rutina (como propietaria, productora de whisky, sanadora y litigante) hasta que decidió casarse con Marvin Macy el hombre más malo de los contornos; un matrimonio que duró diez días. Pero aunque la paz regresó a la vida de Miss Amelia ésta se vio alterada por la llegada de Lymon Willis un hombre que dijo ser su primo, dando paso a otro periodo de estabilidad como dueña de un café donde se expendía su excelente whisky. Hasta que el pasado alcanza a Miss Amelia y por ende al primo quien jugará un papel determinante en el desenlace de esta historia.
Párrafos tan elocuentes como los que se refieren al whisky que vende Miss Amelia o la definición que hace la autora de lo que significa ser amante o ser amado hacen de esta pequeña novela un texto difícil de eludir a la hora de indagar en los misterios del corazón humano.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Cascanueces

En cada Navidad y en muchos lugares del mundo, se presenta Cascanueces el ballet que debe su fama a la película Fantasía de Walt Disney estrenada en 1940, donde se incluyen algunas de las danzas que lo componen. Desde entonces se ha convertido en uno de los ballets más conocidos y quizá en el más representado por compañías de la talla del ballet de San Francisco o en teatros tan célebres como el Bolshoi de Moscú.
Compuesto por Piotr Ilich Tchaikovski y coreografiado por Marius Petipa y Lev Ivanov, basados en una versión de Alejandro Dumas, fue estrenado en el teatro Mariinski de San Petersburgo en 1892.
La historia que narra tiene su origen en Cascanueces y el rey de los ratones (1816) un cuento de hadas escrito por E. T. A. Hoffmann (escritor y compositor perteneciente al movimiento romántico alemán) que se desarrolla en un día de Navidad en la casa de unos niños rusos.
Ese día llega como siempre Drosselmeyer, el padrino de Marie (Clara en la versión musical), trayendo regalos para todos. Entre ellos un cascanueces que conquista el afecto de la niña y quien se convertirá en protagonista de cruentas batallas y la llevará a recorrer un país de maravillas poblado por muñecos y seres tan deslumbrantes como los que aparecen en cualquier región de ensueño.
Este cuento publicado en 1816 que hace parte de la impresionante obra de este autor, que además de músico y escritor fue un excelente dibujante, es otra de esas piezas literarias de imprescindible lectura que sigue fascinando a los lectores en todas las épocas.

viernes, 1 de diciembre de 2017

La búsqueda de lo absoluto

En la ciudad de Gante Balthazar Claës, un pragmático burgués flamenco, cae en una obsesión similar a la que pudo marcar la vida de un alquimista en la Edad Media. Pero a diferencia de ellos que buscaban la piedra filosofal para transformar el plomo en oro, él busca con el mismo pertinaz esfuerzo la fórmula infalible para crear diamantes y en esa tarea arriesga todo lo que atesoraron las generaciones que lo precedieron y la estabilidad emocional y pecuniaria de su familia.
Como consecuencia de una conversación intrascendente con un soldado polaco, Balthazar termina dedicando todo su tiempo y patrimonio a una búsqueda tan incansable como la de esos exploradores que buscaron espejismos, reflejada aquí en una indagación que podría equipararse con la máxima de “conócete a ti mismo” o con cualquiera empresa en las que el tesoro por alcanzar es de tal magnitud, que consume todas las energías de quien acomete semejante tarea pues los obstáculos son igualmente desmesurados.
El amor filial y conyugal se ve puesto a prueba por la obsesión del protagonista quien se recluye para dedicarse a sus experimentos en el laboratorio. Secundado por Lemulquinier su ayudante, quien comparte su manía ya sea por ambición o por fidelidad, trabaja incansablemente en su laboratorio experimentando fórmulas y métodos para lograr su objetivo.
Escrita en la prosa minuciosa de Honorato de Balzac esta novela publicada en 1834 describe personajes, lugares y situaciones que recrean un mundo absolutamente real aunque la historia que cuenta se acerca bastante al universo de lo fantástico.

viernes, 24 de noviembre de 2017

El cuarteto de Alejandría

Alejandría (fotógrafo: Tinou Bau)
Entre 1957 y 1960 Lawrence Durrell publica El cuarteto de Alejandría, una tetralogía de novelas ambientada, en su mayoría, en esta ciudad fundada junto al lago Mareotis por Alejandro Magno. Amores; intrigas políticas; la eterna pregunta sobre las condiciones y motivaciones de la creación artística o las circunstancias sociales de un país dominado aun por Inglaterra conforman la trama de las novelas.
Cada tomo está enfocado en el personaje que le da nombre: Justine o la búsqueda incesante que se materializa en la indagación obsesiva por su hija perdida; Mountolive el diplomático que consagra su vida a un amor signado por la separación; Balthasar y su mirada lucida de personas y sucesos; y por último Clea y su relación con la pintura y la creación. Cuatro perspectivas donde la manipulación del tiempo y el espacio le permiten al lector reconstruir el rompecabezas que se plantea en Justine la primera novela y donde se presentan los personajes que con gran profundidad psicológica serán diseccionados por el autor tanto en esta primera obra como en las tres restantes.
Con estilo poético la voz de Darley, uno de los personajes que además es escritor, nos guía por el laberinto de interpretaciones subjetivas que los protagonistas de esta obra dan a los mismos acontecimientos, en los que se involucran, haciendo que parezcan distintos.
Pero además de los personajes, está la presencia de una ciudad sui géneris que marca a sus habitantes con tanta fuerza que es imposible que quienes hayan vivido en ella puedan escapar a su influencia en cualquier parte del mundo adonde se desplacen.
Con el telón de fondo de esta ciudad legendaria en la época que comprende los años entre la primera guerra mundial y el final de la segunda, adquieren un matiz más profundo los dramas que conforman una obra de lectura imprescindible para todo aquel que quiera comprender la complejidad de la vida en el siglo XX.

sábado, 18 de noviembre de 2017

La otra parte

En una región de China, Claus Patera un multimillonario alemán creó un país donde todo es antiguo o solamente viejo, en todo caso anterior a 1860, pues este hombre quien es heredero de una fortuna fabulosa abomina del progreso.
Rodeado por un enorme muro este lugar llamado El Reino de los sueños se rige por leyes misteriosas donde las cosas tienen la apariencia que tendrían en un sueño o en una pesadilla indistintamente y donde los hechos están signados por un aura determinista como si una mente con un poder inusitado dominara los acontecimientos.
Aunque no es solo esa apariencia la que mantiene la realidad de este lugar en un manifiesto desasosiego, es también la sospecha de que nada de lo que pasa allí es permanente como si la inminencia de un desastre acechara cada día.
Los personajes de La otra parte están marcados por las obsesiones, las neurosis, la histeria: caracteres que se encuentran en cualquier novela pero cuyo comportamiento es bastante perturbador cuando se reúnen en un mismo lugar. Quizá sea esa la razón para haber sido invitados por el misterioso Patera quien aparece pocas veces sin saberse si es él en verdad o un sosia que lo suplanta.
Pero este pequeño mundo que tiene un contacto limitado con el exterior se verá amenazado por la llegada a Perla, la capital, de Hércules Bell, un pragmático norteamericano que intentará aplicar los últimos avances de la civilización, lo que precipitará un enfrentamiento de consecuencias imprevisibles.
Esta novela fantástica, con visos apocalípticos, publicada en 1908 e ilustrada por el mismo Alfred Kubin, su autor, impresionó a un amplio círculo de artistas y escritores como Franz Kafka o Herman Hesse quien expresó su admiración con palabras bastantes elogiosas.
Aunque nunca tuvo mucha difusión, su lectura vale la pena. Pero recuerde todo está en clave onírica o de pesadilla como usted lo prefiera.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Sinuhé el egipcio

Producto de una minuciosa investigación Sinuhé el egipcio (1945) es una novela que sorprende al lector, sobre todo cuando descubre que muchas de las cosas que conocía o de las que había oído hablar ya se conocían o habían pasado en el antiguo Egipto.
Cada vez que se abra este libro pueblos y ciudades, hoy desaparecidos, volverán a la vida gracias a la pluma de Mika Waltari, quien elabora con datos históricos una habilidosa trama donde un médico de origen oscuro, es el testigo de acontecimientos que sucedieron hace más de tres mil años y en donde aparecen caracteres tan interesantes como Akhenatón, quien pretendió imponer al imperio una religión monoteísta, o Nefertiti cuya belleza se mantiene intacta a pesar de los milenios.
Al final de su vida y desterrado, Sinuhé, que se vio enfrentado a toda clase de peligros, escribe su historia sin la intención de ser leído. Ha visto tanto que ya no tiene confianza en el ser humano; escribe sólo para sí mismo; está convencido que de la experiencia ajena nadie aprende. No espera reconocimientos pues ya los tuvo todos y también los perdió todos.
En su relación de hechos surgen de nuevo los lugares que le ayudaron a formarse y a templar su espíritu: la Casa de la Vida, adonde asistió siguiendo los pasos de su padre adoptivo; la Casa de la Muerte, donde se encerró para autocastigarse. Describe las luchas religiosas a causa de la ruptura que con los dioses tradicionales y sus sacerdotes provocó el faraón Amenofis IV conocido como Akhenatón. Nos cuenta acerca del orgullo y la obstinación de la princesa Baketamon o del amor desesperanzado y la ambición de Horemheb.
En su relato aparecen las mujeres que conoció y que lo marcaron profundamente: Merit, dueña de la taberna “La Cola de Cocodrilo”; Minea, la cretense, consagrada a un dios; Nefer, una mujer cuyo atractivo era tal que quien la evocara tenía que repetir su nombre tres veces.
Describe su paso por países lejanos y de extrañas costumbres, desempeñándose como médico, embajador y medio espía. Y por supuesto nos presenta a su esclavo Kaptah quien le roba moderadamente como debe hacer cualquier esclavo y a quien lo aquejaba una sed constante.
Todo se repite, es el leit motiv de esta obra publicada en 1945 que siempre estará entre los primeros lugares de la novela histórica, un género que se ha vuelto bastante popular, aunque no siempre mantenga la calidad con la que escribió Mika Waltari.

viernes, 27 de octubre de 2017

Aire de tango

La leyenda, mosaico de Blanca Luz Restrepo Posada 
Con la muerte de Carlos Gardel o con el nacimiento de Jairo, según se mire, empieza Aire de Tango de Manuel Mejía Vallejo. Ernesto Arango, uno de los personajes, habla de su pasado y de su presente como si lo entrevistaran o como si le contara una historia a un desconocido que nunca se hace visible. Habla de una vida que gira en torno a los bares y a la violencia pautada por las letras de los boleros, los tangos y las milongas en su mayor parte.
Él es el narrador pero los protagonistas son otros: Carlos Gardel que se volvió leyenda desde el mismo momento de su muerte en el aeropuerto de Medellín una tarde de junio de 1935 y Jairo, el “guapo”, el matón que lo idealizó coleccionando discos y cuanta referencia pudiera encontrar, sin importar su veracidad.
Entre Medellín, una ciudad que deja de ser pueblo a lo largo del siglo XX y Balandú, que representa a todos los lugares de donde era la gente de Antioquia que llegaba a la ciudad, se mueven los personajes de esta novela afincados en Guayaquil, un sector que se desarrolló en torno a una estación de trenes donde las canciones reflejaban la vida o la vida se acomodaba a las canciones. Acompañados tangencialmente en su trasegar por intelectuales y poetas, tan encandilados como ellos con el ambiente de la noche, habitaron un lugar donde no sólo había gritos y puñaladas, era también el sitio del licor, de las mujeres y del juego donde el amor o el sexo se buscaban con determinación.
Este es un largo monólogo desesperanzado donde cabe toda la ciudad de Medellín o al menos la que importaba para todos esos que hicieron del barrio Guayaquil su mundo.
Para entender la realidad de la ciudad actual no basta con leer libros de historia, hay que leer esta novela que le dio carta de ciudadanía, por así decirlo, a un pueblo grande. Publicada en 1973 y escrita de manera coloquial recoge formas de decir y de pensar que se mantienen aún en el habla y en la vida de muchos de los habitantes de esta ciudad.

viernes, 20 de octubre de 2017

1280 almas

En 1.280 almas (1964), una novela de Jim Thompson, Nick Corey el sheriff de Potts County (un lugar imaginario al sur de los Estados Unidos) describe las maquinaciones de las que se vale para mantener el orden y aplicar la ley en un pueblo que cuenta con 1.280 habitantes, de los cuales no todos tienen alma según la afirmación de algunos.
Con aparente ingenuidad, que esconde en realidad un carácter verdaderamente sagaz, Nick Corey manipula hechos y circunstancias con el fin de desempeñar y aferrarse a su puesto sin tener que gastar mucha energía, aunque su política de laissez faire, laissez passer le ha ganado bastantes detractores.
Entre su vida privada y su vida pública establece una red tan estrecha de mentiras que le será difícil no quedar enredado en ella, sobre todo si se tiene en cuenta que no son pocos quienes intentan desmoronar sus patrañas.
Además, Nick tiene otra preocupación tan grande como la de hacer cumplir la ley en su condado: su relación con las mujeres; está casado, es el amante de quien pasa por ser la mejor amiga de su esposa y espera además recomponer las relaciones que dejó truncas con la mujer que era su prometida. Pero no hay problema, Nick es un experto en el manejo de las palabras; su grado de astucia es tal que hasta el mismo lector corre el riesgo de verse enredado en los argumentos con que justifica su acción o su inacción que para el caso es lo mismo.
Thompson, quien se expresa aquí con el tono fuerte y duro del hardboiled, subgénero literario estrechamente emparentado con la novela negra, ha escrito una obra que expone la corrupción camuflada detrás de la desidia moral de la gente y de la supuesta búsqueda del bien común por parte de los servidores públicos.

viernes, 13 de octubre de 2017

Un artista del mundo flotante

Masuji Ono en Un artista del mundo flotante (1986), del escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro (premio nobel de literatura, 2017), relata cómo es su vida en el Japón de posguerra. Entrelaza su mundo cotidiano con hechos del pasado, aunque a veces piensa que tal vez sus recuerdos no sean fidedignos porque sabe que la memoria es alterada por múltiples fenómenos.
Recuerda el "Mundo flotante", el barrio de placer, fielmente retratado por los pintores adscritos a diferentes escuelas; los cuestionamientos sobre el verdadero papel del arte en la sociedad o las discusiones en torno a la forma de pintar que seguía las pautas definidas por los artistas del grabado (Ukiyo-e), como Kitagawa Utamaro, quien ejerció una gran influencia en el mundo del arte desde el siglo XIX, no solo en Japón.
Después de haber sido un pintor de renombre Masuji Ono se ve relegado e incluso censurado por las nuevas generaciones (incluida su propia familia) que no comparten su posición política durante la guerra. Y es que los nuevos vientos que recorren el Japón en 1948 anuncian un giro sustancial en la manera de ver el mundo, aunque las costumbres de la vida doméstica permanezcan; como las complicadas negociaciones para llevar a cabo un matrimonio o la profunda relación de respeto entre maestro y alumnos, por ejemplo.
Esta novela, que evoca a escritores como Junichiro Tanizaki, Natsume Sōseki u Osamu Dazai, da cuenta de un periodo poco conocido (1948-1950) de un país que tuvo que sobreponerse a la destrucción sacrificando muchas de sus raíces culturales, con el fin de adoptar un estilo de vida occidental, para sobrevivir.

viernes, 6 de octubre de 2017

Una semana en la nieve

Una semana en la nieve
Una semana en la nieve (1996), la novela de Emmanuel Carrère, tiene como protagonista a un niño solitario que combina las lecturas y las experiencias que ha tenido en sus ocho años para determinar, valiéndose de una imaginación desbordada, la forma de sus respuestas emocionales a los acontecimientos que lo afectan.
Como parte de las actividades extracurriculares de su colegio la maestra del grupo de Nicolas lleva a sus alumnos a una estación de esquí. El objetivo: reforzar, en un ambiente distinto, su independencia y vivir experiencias enriquecedoras, importantes para su futuro.
Nicolas que proviene de una familia sobreprotectora, ve con temor esta alteración de la rutina escolar y cuando llega a la estación de montaña se reafirma en sus aprensiones. Algo indefinido lo amenaza.
Al caer enfermo recibe una atención que no se le prodiga a los demás y con el ánimo de agradar al alumno más dominante del grupo le cuenta que su padre persigue a unos traficantes de órganos cuyas víctimas son niños. Sin elementos concretos para explicar muchas de las cosas que percibe, Nicolas echa mano de lo que ha oído o leído, en los cuentos de hadas o en la obra de Enid Blyton por ejemplo, para construir su historia. Sin medir las consecuencias de sus palabras Nicolas teje una red donde quedará atrapado su propio padre, quien aparece como un personaje lejano e indefinido, aunque no tanto como la madre o su hermano pequeño que apenas son esbozados por el autor.
De todas las personas con las que se relaciona Nicolas, Patrick el instructor de esquí es el único que logra establecer un puente de comunicación con él, pero es tan poco el tiempo que están juntos que ésta no va más allá del primer paso de la amistad que es el de la empatía.
En esta sugestiva novela un niño, que no se diferencia mucho de cualquier otro salvo por su capacidad imaginativa, intenta conjurar los temores que amenazan con escapar de sus pesadillas y apoderarse de la realidad.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Pasaje a la India

Pasaje a la India
En 1924, el año en el que fue publicada Pasaje a la India, el Imperio británico conservaba la mayor parte de su territorio, aunque ya soplaban vientos de cambio. En la India, la llamada joya de la Corona inglesa, su dominación se veía cada vez más cuestionada.
E. M. Forster, quien vivió unos cuantos años en ese subcontinente, supo calibrar este fenómeno de manera certera. Con gran valentía, si se tiene en cuenta su lugar de origen, cuestionó en su novela tanto la mirada reduccionista de sus compatriotas como la posición ambivalente y contradictoria de los indios de las dos confesiones dominantes: hinduismo e islamismo. Denunció el talante despectivo de los ingleses con respecto al carácter de mahometanos e hindúes así como la indolencia y la supuesta corrupción de estos. Pero sobre todo censuró la incapacidad de los colonizadores de identificar ese comportamiento como una percepción intuitiva de la realidad frente al cristianismo pragmático con que los occidentales regían sus vidas en aquel lugar.
En medio de esta lucha sorda, entre dominadores y dominados, Forster ubica como eje central de la novela un incidente que une momentáneamente a hindúes y musulmanes en una causa común frente a los invasores.
En una ciudad secundaria el doctor Aziz, un musulmán, se ve envuelto en una situación que le puede costar la cárcel y hasta la vida como consecuencia de las afirmaciones de Adela, una joven recién llegada de Inglaterra, quien es respaldada radicalmente por todos sus compatriotas. Sin embargo Fielding el director del instituto, un librepensador que se rige por otra escala de valores, no tiene la misma perspectiva de las cosas y decide apoyar al doctor Aziz ganándose la animadversión de la colonia inglesa local.
Pero no sólo vemos aquí el forcejeo entre cosmovisiones que se desprecian y niegan mutuamente. También se plantea la posibilidad de que nazca la amistad entre personas de procedencias y pensamientos distintos y se analiza desde diversos puntos de vista el concepto de nación, una idea tan polémica hace casi cien años como lo es hoy en día.

viernes, 22 de septiembre de 2017

El maestro de Petersburgo

El maestro de Petersburgo
Cuando muere Pavel Isáiev, su padre, Fiódor Dostoievski, va a Petersburgo a recoger sus pertenencias pero sobre todo a recuperar de alguna manera el tiempo que aquel pasó en esa ciudad. Así inicia la novela El maestro de Petersburgo publicada en 1994 por J. M. Coetzee.
Durante ese proceso de reconstrucción el padre, a quien lo agobia el dolor por la muerte de su hijo, tendrá que exponerse a escuchar testimonios que parecen desvelar los verdaderos sentimientos de Pável. La vida de éste en Petersburgo le revela aspectos insospechados de su hijo: como su relación con uno de los movimientos más beligerantes contrarios al Estado ruso o la duda que pesa sobre las verdaderas causas de su muerte.
Más que a una investigación sobre la muerte de Pável se asiste a la inmersión del personaje Dostoievski en la intimidad de una relación donde el hijo participa pasivamente. Mientras busca en todos los lugares posibles e interroga a los testigos más directos acerca del pensamiento de su hijo, tiene que enfrentar la idea de su probable desamor o al menos la mirada cruda con que lo observa desde un lugar inalcanzable.
En esta novela se plasman, además de su rechazo a la manipulación que se quiere hacer de la muerte, las ideas de Dostoievski sobre la política rusa y su oposición a la supuesta voz del pueblo que pretende representar el amigo revolucionario de Pável.
La convulsionada realidad rusa durante 1869 sirve de telón de fondo a Coetzee para presentar al lector la imagen atormentada de un escritor que intenta conciliar sus ideas políticas con sus convicciones religiosas y en última instancia con el oficio de escribir.
Una apasionante historia donde un hombre se cuestiona la verdad de sus emociones influenciadas, irremediablemente, por la situación social de la madre Rusia que le tocó vivir.